_
_
_
_
_
La ofensiva terrorista

El PP se muestra unido en la crítica, pero algunos piden prudencia

Carlos E. Cué

La reunión del Comité Ejecutivo Nacional del PP, un órgano con más de 80 miembros, sirvió ayer para constatar algo ya conocido: en el principal partido de la oposición puede haber, y hay, importantes diferencias sobre el estilo de oposición, sobre la manera de tratar el espinoso asunto del 11-M o las reformas estatutarias, pero la unidad en torno a la crítica contra el Gobierno por la forma de llevar la lucha antiterrorista es total.

Además de Mariano Rajoy, hablaron 12 personas, entre ellas las más relevantes (Ángel Acebes, Eduardo Zaplana, Javier Arenas, Josep Piqué o Jaime Mayor -no habló Alberto Ruiz-Gallardón-). Todos estuvieron de acuerdo en la línea seguida por el PP, según varios de los presentes. Sólo algunos, como Piqué o Luisa Fernanda Rudi, ex presidenta del Congreso, pidieron al partido "prudencia" en el tono, en la forma de trasladar su política en un momento delicado.

Más información
Carlos Alonso Palate, primera víctima mortal de ETA desde mayo de 2003

Sin embargo, eso no quiere decir que estos dirigentes sean condescendientes con José Luis Rodríguez Zapatero. Todos criticaron su forma de explicar la ruptura del proceso. Casi todos, especialmente Mayor, mostraron su desconfianza en el presidente. El dirigente vasco cree que intentará seguir con el proceso, aunque el ministro del Interior diga lo contrario.

Desconcierto

Los dirigentes consultados, incluso los más moderados, están desconcertados con la actuación de Zapatero. Fuera de la reunión, uno de ellos señalaba que el "vacío de poder" que está transmitiendo, con Alfredo Pérez Rubalcaba corrigiendo las palabras del presidente, le recuerda "a esa sensación de descontrol de Aznar tras el 11-M, que todo se le va de las manos y la oposición va por delante". Zaplana, interlocutor directo y frecuente de Rubalcaba estos días, señaló a los suyos: "Están muy nerviosos".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Para dar una idea de que las críticas son unánimes, baste señalar que Piqué, uno de los dirigentes habitualmente más moderados, señaló en la reunión que es "incomprensible" que en una situación como esta Zapatero "siga en Doñana y no acuda al lugar del atentado". La propia Rudi, que también reclamaba prudencia a los suyos, propuso pedir la comparecencia en el Congreso de Joan Mesquida, director general de la Policía y la Guardia Civil, para que explique por qué dijo el 24 de diciembre: "No hay datos que hagan pensar ahora mismo ni que ETA se está rearmando ni que pueda existir un comando".

Ante estas y otras sugerencias, fue Rajoy el que templó los ánimos en su última intervención: "Mucha gente me para por la calle y me pide que hagamos muchas cosas. También aquí ha habido propuestas interesantes. Pero nosotros no vamos a tomar ninguna decisión precipitada. Vamos a esperar a que Zapatero se explique en el Congreso. Después ya veremos", señaló el líder, según varios de los presentes. Nadie propuso reclamar elecciones anticipadas, ni la dimisión de Zapatero, ni una moción de censura.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_