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La investigación de la muerte de Diana de Gales, en su fase final

Proceso preliminar sin jurado sobre el siniestro en el que también falleció Dodi al Fayed

El proceso judicial en el Reino Unido por la muerte de Diana, princesa de Gales, y de Dodi al Fayed en un accidente de automóvil en París entra en su fase final. Ayer se reabrió en Londres la sesión preliminar de la causa para certificar oficialmente la identidad, localización, fecha y causa del fallecimiento de la pareja. Así lo indicó la juez instructora, la baronesa Butler-Sloss, al señalar que sería "increíblemente caro" revisar cada caso por separado.

Sendas investigaciones en Francia y Reino Unido han demorado más de nueve años la conclusión de los trámites judiciales en torno al fallecimiento de Diana. La legislación británica exige la celebración de una causa judicial pública -inquest en el Derecho británico a cargo del coroner, equivalente a un juez de instrucción- ante una muerte violenta o en circunstancias extrañas. La princesa de Gales perdió la vida en un accidente de tráfico, pasada la medianoche del 31 de agosto de 1997. El coche en el que viajaba con su compañero sentimental, Doddy al Fayed, quien también murió en el siniestro, se empotró contra el decimotercer poste del túnel que atraviesa la plaza de Alma. No llevaban abrochados los cinturones de seguridad y el conductor estaba ebrio.

Así se indica en el informe británico de Lord Stevens de Kirwhelgpinton, publicado el mes pasado. Antiguo jefe de Scotland Yard, Stevens no descubrió pruebas de una trama conspiratoria de la Casa Real, los Servicios Secretos británicos u otros agentes para eliminar a la madre del futuro rey de Inglaterra, como denuncia desde hace casi 10 años el padre de Doddy, el empresario egipcio Mohamed al Fayed, propietario de Harrod's y del hotel Ritz de París. Tras tres años de investigación, el policía retirado señaló que la muerte de Diana "fue un trágico accidente".

La investigación policial británica se puso en marcha, en 2004, a petición del anterior coroner de la instrucción para agilizar la causa judicial. Ayer, durante la reapertura de la misma, Lady Butler-Sloss dijo que el propósito de la vista se orienta a dar "repuesta fidedigna" a cuatro "importantes pero limitadas cuestiones". Estas se pueden resumir en quién, cuándo, dónde y cómo falleció.

De momento, son los asuntos de procedimiento los que se debaten en sesiones preliminares que deberían concluir hoy. La juez instructora indicó que someterá ambas muertes al escrutinio del mismo tribunal. La experta en pleitos familiares, que estaba jubilada al aceptar la dirección del caso, se adhiere a la tradición. En Reino Unido se tiende a reunir bajo una única causa judicial los casos de múltiples accidentes en circunstancias similares.

Menos corriente es la convocatoria de un jurado en un inquest. La baronesa dará a conocer hoy su decisión aunque ha descartado la formación de un jurado con personal de la Casa Real. La legislación permite a los empleados de la familia real asistir como miembros de un jurado cuando el cadáver ha reposado "dentro de los límites del palacio de la reina" o en residencias a ella conectadas. El cuerpo de Lady Di yació en el palacio de Saint James antes del funeral en la Abadía de Westminster. De haber jurado en la causa común por las muertes de Diana y Dodi estará compuesto por individuos comunes sin conexiones palaciegas.

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En este punto, Butler-Stoss coincide con las partes enfrentadas. El abogado de Isabel II, sir John Nutting, sugirió por escrito que un jurado con gente corriente evitaría toda "apariencia de parcialidad" en sus conclusiones. A través de su representante legal, Michael Mansfield, Al Fayed reclama un jurado en el que se excluyan al séquito de la familia real. Asistieron a la vista preliminar, en el palacio de Justicia de Londres, la hermana de la princesa de Gales, lady Sarah McCorquodale, mientras que sus hijos, Guillermo y Enrique, estuvieron representados por su secretario privado, Jaime Lowther-Pinkerton.

Mohamed al Fayed (derecha), junto a su abogado, a la salida del palacio de Justicia.
Mohamed al Fayed (derecha), junto a su abogado, a la salida del palacio de Justicia.AP

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