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PRIMERA PARTE

La vida en la tripa de mamá

Los fetos parece que se besan, se empujan o se tocan. National Geographic Channel ha recreado con animación, a partir de ecografías por ultrasonido, cómo es el desarrollo de los embarazos múltiples. Éste es un viaje espectacular de una hora y media a un vientre materno de película

Imagenes de las cuatrillizas en la etapa final de su gestación.
Imagenes de las cuatrillizas en la etapa final de su gestación.

El feto de una niña a punto de nacer comparte espacio con otras tres hermanas. Una de ellas parece besar a otra. Se acarician, se estiran, se empujan, se dan patadas mientras flotan en el líquido amniótico como astronautas ingrávidos. ¿Pueden darse la mano? ¿Compiten por los recursos y espacio en el útero materno? Durante casi 30 semanas se han desarrollado juntas, y podemos ver cómo lo han hecho. Lo que parecía imposible, asistir a su evolución durante la gestación y observar sus interacciones en el vientre materno, está a nuestro alcance gracias a una innovadora tecnología.

Son imágenes en 4D generadas a través de ultrasonidos (3D más movimiento), a las que se han sumado otras de ordenador y maquetas de silicona. El resultado es espectacular. Imágenes que pertenecen al documental En el vientre materno: gemelos, trillizos y cuatrillizos. El increíble desarrollo de un embarazo múltiple, realizado por National Geographic Channel. Tres mujeres con embarazos múltiples -gemelos, trillizos y cuatrillizos- han sido seguidas paso a paso desde el momento de la concepción hasta el parto. El proceso está a la vista de todos.

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¿Qué ocurre cuando se generan dos, tres o cuatro desarrollos de fetos simultáneos?, ¿si uno empuja, el otro responde?, ¿condicionan los juegos prenatales las primeras vivencias?, ¿hay fetos más dominantes o agresivos que otros? Son preguntas que se hacen en el documental mientras vemos las imágenes de unos fetos que, efectivamente, parecen darse la mano o tirarse de los cordones umbilicales. Un comportamiento agresivo o pasivo que algunos especialistas consideran que puede determinar las relaciones futuras entre ellos, y que muchos otros, entre los que está el doctor Antonio González, jefe de obstetricia del hospital La Paz de Madrid, consideran que "hoy por hoy no tiene base científica".

Jennifer, de 32 años, está embarazada de trillizos. Su caso es raro: un óvulo fecundado se ha dividido en dos idénticos (gemelos) y un segundo óvulo ha sido fertilizado por otro espermatozoide diferente. La vemos mientras se hace una ecografía y observa con embeleso a sus futuros hijos en la pantalla. No es la primera ecografía, la que se hace después de las 10 semanas, que puede dar sorpresas. Las ondas de ultrasonido han revolucionado el conocimiento del desarrollo fetal (penetran en el tejido suave, pero rebotan en las estructuras densas, como los huesos). A partir de las ondas, el ordenador crea una imagen tridimensional del feto (antes bidimensional) que puede revelar misterios como el del gemelo evanescente.

Muchos fetos han recorrido la primera parte del embarazo acompañados de otro hermano que desapareció antes de nacer. Un moderno escáner de ultrasonido puede revelar tres espacios para tres fetos en el útero materno, pero sólo mostrar dos fetos. ¿Qué ha pasado? Uno de ellos se ha reabsorbido. "Se trata del gemelo evanescente, una palabra muy castellana que significa que algo se ha esfumado, y así sucede con ese feto", explica el doctor González, que conoce bien el fenómeno sobre el que ha escrito. "En ocasiones, la naturaleza sacrifica espontáneamente, en estos embarazos múltiples, a algún feto para garantizar la supervivencia de otros".

Mientras contemplamos el documental, González señala el avance que han supuesto los nuevos ecógrafos 4D para visualizar el feto. "Nos ha facilitado ser un poco más pediatras anticipadamente. Ahora tenemos una imagen global del feto, como si lo tuviéramos delante, de una gran minuciosidad. Estas imágenes no son una novedad para los médicos, las estamos usando desde hace tres años; aunque comprendo que son impactantes para el gran público. Nos ayudan a valorar el comportamiento hemodinámico del feto. Por un lado está todo lo que nos puede aportar desde el punto de vista de la fisiología, y por otro, de la expresividad. Donde más aporta el 4D es en descartar malformaciones. Si, como dice el documental, se pueden establecer cuadros clínicos fetales que expresen tristeza, melancolía o agresividad en un futuro comportamiento, eso aún no lo sabemos porque es una tecnología todavía muy joven".

Al término del primer trimestre de gestación, los fetos empiezan a tener forma de cuerpo humano y el cerebro desarrolla vías neuronales, lo que les permite ser sensibles a otras partes de su cuerpo y entorno. Entonces exploran éste por primera vez. Vemos cómo los gemelos que comparten saco amniótico se cogen las manos, los pies, los cordones y las caras. Y aquellos que no lo comparten también parecen interactuar porque el amnios es muy fino, prácticamente invisible, pero muy resistente y flexible.

Las hembras se mueven primero. Unos y otros todavía no son conscientes de la presencia de sus hermanos, pero parece que empiezan a desarrollar la propiocepción, o toma de conciencia del espacio que les rodea. "Los gemelos interactúan entre ellos, pero es una interacción muy primitiva", señala José María Quero, jefe del servicio de neonatología del hospital La Paz. "Si uno empuja al otro y éste lo nota, no cabe duda de que reacciona como si ya hubiera nacido, estirando una pierna o un brazo. ¿Es competencia por el espacio? Yo creo que es una muestra muy primitiva de acción-reacción. Los trillizos y cuatrillizos compiten porque no hay espacio para todos, pero es puro azar. Lo que sí es cierto -y se ve en el documental- es que pueden desarrollar comunicaciones vasculares entre ellos, y uno puede comportarse como receptor de sangre y nutrientes, y otro, que lleva la peor parte, como donante".

Estamos en el sexto mes de gestación, los ojos de los fetos se abren por primera vez. Poco después ya pueden oír sonidos, voces y música del exterior; sus cerebros se desarrollan a toda velocidad. En la semana 30ª ya tienen hasta las pestañas. Vemos los empujones de las cuatrillizas: parecen incómodas en su estrecho refugio.

En España, entre 1980 y 2000, los embarazos múltiples se quintuplicaron -los mellizos aumentaron un 74%- debido a los tratamientos de fecundación asistida. Un embarazo normal dura entre 37 y 42 semanas. Los gemelos suelen nacer 37 semanas después de la concepción. En el caso de los trillizos, el embarazo dura unas 34 semanas. Menos, en el caso de los cuatrillizos. A Julie, la madre de las cuatrillizas, los médicos han decidido provocarle el parto a las 29 semanas. Llega el momento de la cesárea. Todas son niñas, todas pesan un kilo y todas pasarán un tiempo en la incubadora. "A los prematuros les hacemos un nidito como un pequeño útero para que puedan expandir brazos y piernas y topar con una especie de pared, como cuando estaban en el útero o próximos a sus hermanos", dice Quero.

"Ahora, con el 4D ya podemos ver la cara del feto y enseñarle a la madre una cara sonriente o espabilada. No cabe duda de que eso impacta. No descarto que en el futuro pueda haber ecógrafos pequeños que compren o alquilen las madres para ver a sus fetos. Podrán tener en su casa un aparato y enviarme por Internet las imágenes para que yo las interprete… ¿Qué madre va a resistirse a ello", remata el doctor González.

Una especie de 'dios' virtual. Por Quino Petit.

Sus manos se han convertido en las de un creador de vida imaginaria. Pero sus criaturas, en vez de carne, están compuestas de goma de silicona. El escultor británico Simon Taylor, de 55 años, es el principal artífice de los fetos de las imágenes que ilustran este reportaje, pertenecientes al documental de National Geographic Channel En el útero materno: gemelos, trillizos y cuatrillizos. Tras un largo periodo de documentación, devorando libros de medicina e infinidad de dibujos y datos proporcionados por los doctores que participan en el documental, Taylor y su equipo se lanzaron a reproducir el entorno de un embarazo múltiple. El resultado puede verse reflejado ahora en esta asombrosa recreación de las reacciones de los fetos en el útero. Desde las primeras patadas hasta un aparente beso entre gemelos.

"Somos artistas y abordamos el proyecto desde esa mirada, con la única intención de imitar a la naturaleza. Por eso necesitábamos trabajar codo con codo con los especialistas médicos", comenta el escultor, por teléfono, desde el Reino Unido. Para obrar el milagro sólo fueron necesarios cuatro meses de trabajo. No en vano, la empresa Artem, que Taylor dirige a las afueras de Londres, ostenta una larga carrera en la senda de los efectos especiales para producciones de cine y televisión. El propio Taylor, licenciado en escultura por la Universidad de Bellas Artes de Liverpool, empezó a trabajar en este campo para la cadena BBC a los 24 años, poco después de graduarse. Y tras una larga trayectoria televisiva, decidió asumir proyectos de mayor envergadura. Con Artem ha coordinado desde la recreación de las hordas de soldados virtuales de la superproducción Troya hasta los seres monstruosos de la película El secreto de los hermanos Grimm, de Terry Gilliam.

Tampoco ha sido ésta la primera vez que Taylor se lanzaba con su equipo a reproducir el germen de la vida humana. Ya se atrevieron a hacerlo con Vida antes del nacimiento, otro estremecedor documental para National Geographic Channel donde se narraba el periodo de gestación de un bebé durante los nueve meses previos al parto. Tanto en aquella producción como en este nuevo viaje intrauterino, los especialistas de Artem se trasladaron con los moldes de silicona a los estudios del prestigioso cineasta científico David Barlow en la localidad costera de Southampton. El sabio ojo de Barlow no dudó en introducir la cámara bajo el agua de una pequeña piscina en la que se recreó el ambiente uterino, donde los operarios manipularon con sus manos los movimientos de los muñecos durante el rodaje. "Sólo fueron necesarios unos pequeños retoques por ordenador para acentuar el parpadeo de los ojos y el movimiento de los dedos", explica Taylor.

Él ya anda enfrascado en otro proyecto para volver a meterle mano al cuerpo humano. "Se llamará algo así como The living body [El cuerpo viviente], pero no puedo dar más detalles. Aún estamos haciendo bocetos". Y a pesar de lo que pueda parecer, asegura no tener complejo de dios creador de todas las cosas. "No es el caso. Aunque reconozco que sería divertido que la gente pudiera pensar algo así, esto es sólo una invención. Pura y simple técnica".

'En el vientre materno: gemelos, trillizos y cuatrillizos' se emitirá el domingo 4 de febrero, a las nueve de la noche, por National Geographic Channel, en Digital +.

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