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La lucha contra ETA | Debate en el Congreso de los Diputados

Zapatero pretende refundar el consenso contra el terrorismo con la implicación del PNV

Luis R. Aizpeolea

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, comparece esta tarde en el Congreso para rendir cuentas de su política antiterrorista tras la ruptura por ETA, con el brutal atentado del 30 de diciembre, del proceso de fin dialogado de la violencia. Zapatero comparece con un triple objetivo: defender su gestión y, con ello, el proceso mantenido durante los últimos nueve meses; ofrecer garantías de firmeza y seguridad a los ciudadanos sobre la lucha antiterrorista en la nueva etapa que se abre, tras la ruptura del proceso, e insistir en la necesidad de refundar la unidad democrática, con un llamamiento especial al PP, que se ha desmarcado de esta posición. El presidente considera básica la presencia del PNV, que lidera Josu Jon Imaz, en un Pacto Antiterrorista reformado y pedirá la implicación de los populares para lograr este objetivo.

No hay precedentes de la comparecencia de un jefe de Gobierno en el Congreso tras la ruptura de una tregua de ETA
El jefe del Ejecutivo considera básica la presencia de los nacionalistas vascos en un Pacto Antiterrorista reformado
El presidente defenderá su política de diálogo de estos meses; garantizará la seguridad y abogará por la unidad
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Frente al emplazamiento del PP a que acudiese al Congreso, Zapatero ha dejado claro que su comparecencia -que comenzará a las cuatro de la tarde- es voluntaria. No hay precedentes de presidentes del Gobierno a los que se les haya exigido explicaciones y hayan acudido al Parlamento tras la ruptura de un proceso de final dialogado de la violencia. Ni lo hizo Felipe González en 1989 ni José María Aznar en 1999.

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Zapatero comparece en la Cámara baja tras la manifestación masiva celebrada el pasado sábado en Madrid en favor de la paz, la libertad, la vida y contra el terrorismo, a la que no se sumó el PP por interpretar que con ella se pretendía respaldar la política antiterrorista del presidente. Esta actitud del primer partido de la oposición permitió ayer a fuentes próximas a La Moncloa hacer la siguiente reflexión: "La marcha mostró un rechazo claro del terrorismo y un apoyo a la política antiterrorista de Zapatero. La base social de la izquierda está activa".

El jefe del Ejecutivo abordará, en su intervención, tres aspectos clave: la defensa de su política de diálogo con los terroristas, la garantía de seguridad en la nueva etapa y la refundación de un consenso en la lucha contra el terrorismo.

- Defensa de su política de diálogo con ETA. Zapatero defenderá su intento de final dialogado de la violencia, desarrollado desde el 22 de marzo de 2006, en que ETA anunció el alto el fuego permanente, hasta su ruptura del proceso, con el atentado de Barajas, el pasado 30 de diciembre. Defenderá su legitimidad, como lo hicieron Felipe González y José María Aznar cuando ETA declaró sendas treguas en 1989 y 1998, respectivamente. Una legitimidad basada en las mismas fuentes en las que bebieron González y Aznar para autorizar el diálogo con ETA: el Pacto de Ajuria Enea, de 1988, en que se inspiró la resolución parlamentaria de mayo de 2005, que legitimó el proceso que protagonizó Zapatero.

Pero también resaltará las condiciones favorables en que se produjo el alto el fuego permanente del pasado marzo, superiores a procesos anteriores. ETA llevaba en marzo de 2006 más de tres años sin matar, algo inédito en los casi 40 años de existencia de la banda. Todo ello, acompañado de un contexto internacional favorable para su final: ETA es la única banda armada existente en Europa, tras el cese del IRA, organización en la que se inspiró, y con un terrorismo islamista, cuya actividad sepultó la de la banda armada vasca.

Y con un contexto nacional, también favorable: una conciencia social de rechazo amplísimo del terrorismo, también en Euskadi, donde, incluso, amplios sectores de la izquierda abertzale son contrarios al uso de la violencia por parte de la organización terrorista.

- Garantía de seguridad en la nueva etapa. Frente a las críticas, procedentes del PP y de medios afines a ese partido, de que el proceso de fin dialogado del terrorismo ha debilitado al Estado, Zapatero defenderá cómo los mecanismos de los que dispone el Estado de derecho para luchar contra el terrorismo -los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, la legislación...- están en buenas condiciones para afrontar la nueva etapa que se abre, tras la irrupción de la violencia etarra en Barajas.

El presidente asegurará que el Estado de derecho no ha dejado de funcionar durante el alto el fuego, con detenciones y la actuación de la Justicia, y cómo no es incompatible una actuación de acoso al terrorismo por la vía policial y judicial para debilitarlo y un final dialogado cuando se dan las condiciones favorables, como sucedió en marzo de 2006.

- Unidad democrática contra ETA. Zapatero considera básica la cobertura política a la lucha antiterrorista. Por ello, defiende la refundación de un gran consenso nacional y social en la lucha contra el terrorismo en lo político y lo social.

Considera necesario que en ese consenso participe el PP, pero, también, el PNV para contribuir al aislamiento social de los terroristas y empujar a que la izquierda abertzale se rebele contra el terrorismo.

Zapatero pretende que, en la ruptura de este proceso, no se produzca la quiebra que hubo en Euskadi entre nacionalistas y no nacionalistas tras el de 1999. De ahí su insistencia en la participación de los nacionalistas en el consenso para eliminar a ETA, su cobertura política, y acelerar, de ese modo, el final del terrorismo.

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