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Cautela entre la comunidad cubana en Miami

"Yo creía que ya se había muerto", dijo a mediodía una oyente de La Poderosa que llamó durante uno de los muchos programas que giran en la radio hispana de Miami sobre Cuba. Si eso ha sido siempre así, desde el mes de julio en que Fidel Castro cedió el poder por su enfermedad, mucho más. Pero a diferencia de entonces, cuando la noticia conmocionó a un buen número de exiliados cubanos que se lanzaron a la calle para celebrar el fin del dictador, los últimos datos que indican su gravedad no han creado más que el convencimiento de su muerte cercana y, eso sí, muchos comentarios.

"Bueno, se morirá alguna vez, pero hasta que no vea claro que está muerto y enterrado yo no voy a celebrar nada", comentó un empleado en Home Depot (la gran ferretería estadounidense) no muy lejos del restaurante Versailles, en la Calle 8, el centro más recalcitrante del anticastrismo.

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Castro optó por someterse a la técnica quirúrgica que luego causó complicaciones

Allí, también se ha tomado con cautela la información de las complicaciones intestinales de Castro, que ya se conocían, aunque por vías tan dispares que sólo ahora empiezan todos a creerlo. El escritor y periodista Carlos Alberto Montaner ha ironizado en los dos canales más noveles de la televisión hispana de Miami sobre la "mala suerte" de Cuba: "Mientras el país espera el subsidio de Chávez con su petróleo nosotros dependemos de los intestinos de Castro", comentó.

Radios y televisiones repiten programas sobre el previsible fin de una era que se acerca a los 50 años. Pero el escepticismo también ha creado escuela en tanto tiempo. "Mucha gente aquí tiene fuentes, o dice que las tiene, pero al final tenemos que creer más en lo que se publica en el extranjero, porque es más fiable", dice un ingeniero que salió de Cuba en 1992.

Por otro lado, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, dijo ayer en Quito que Fidel Castro se recupera lentamente de su intervención quirúrgica y que, como tal, existen riesgos para su salud, pero negó que su estado sea de extrema gravedad, informa Reuters.

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En Washington, el portavoz de la Casa Blanca declaró ayer que no veía nada nuevo en la información de este periódico donde se detallaba el estado de gravedad de Castro. "Hemos visto el artículo de EL PAÍS. Es una compilación de informaciones precedentes sobre la salud [de Fidel Castro] y no dicen nada nuevo", declaró el portavoz presidencial Tony Snow.

En La Habana, ni los medios de comunicación, ni los portavoces oficiales se pronunciaron sobre la información en torno al grave estado de salud de Castro. Analistas consultados por Efe explicaron que esta información forma parte del "baile de rumores y contrarrumores que nos acompañan desde el anuncio de la enfermedad y que van a continuar hasta que se produzca el desenlace".

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