La calle es la moda

En este salón de moda no hay pasarelas ni modelos con más o menos masa corporal, ni público, ni crítica. Es un salón de moda que no se ve. Se llama Bread & Butter, pan y mantequilla, y nació en Alemania.

Durante tres días, Barcelona se agita con gente extraña que no se sabe de dónde sale ni adónde va. Camina con las prisas de los ejecutivos, pero viste como de prestado. Nada más lejos de la realidad, cada prenda tiene su razón, su logo y su precio, su buen precio. Es gente que llega para visitar la feria de moda urbana Bread and Butter (B&B).

Más de mil marcas y diseñadores de casi un centenar de países han montado su expositor para que los profesionales del sector huelan y compren las últimas tendencias.

La ropa de B&B nace desde y para la calle, muy lejos del concepto de alta costura, aunque muy cerca del elitismo de sus precios. Los pantalones más tirados, remendados y con tachuelas, pueden superar los 400 euros.

En este trampolín de moda, el uniforme son los vaqueros, deportivas y gafas mosca, todo último modelo. Y el inglés, la lengua madre.

"Aquí hay mucho personaje con síndrome de Peter Pan", denuncia en la cola de entrada un joven periodista. Lo más de lo más se concentra en esta feria. Así lo asegura Jerry, que llega de China y viene a buscar nuevos productos en denim, tejido estrella.

Junto a marcas como Levi's, G-Star, Replay, Camper y Custo Barcelona hay otras de menor tamaño que van a la caza de nuevos clientes, como la china Zhus o la vasco-francesa Xibiouz. La visita necesita un guía. Julián Rey tiene 30 años. Dice que es coolhunter, cazatendencias. Trabaja el área de compras de Gonzalo Comella, y busca nuevas marcas en B&B. "Lo que se va a llevar sin duda son los pantalones pitillo y también la mezcla de materiales de primera calidad con algodones. El hombre luce un look pulido, cuidado, que se rompe con alguna prenda desgastada", explica.

Rey acude a uno de los expositores recomendados, 1921 Denim, una marca familiar canadiense que nació ese año; hace dos que venden sus prendas en España. Muy cerca se enseña por primera vez al público la colección K de Karl Lagerfeld: vaqueros y camisetas explotan la cara y la K del exquisito diseñador. Su colección es la mejor prueba del triunfo de B&B.

Raquel Micola repite con su marca de bolsos Mimótica Micola. Mimo es la chica protagonista de todas sus creaciones, una joven coqueta y femenina que siempre asesina a su novio. "La gente espera la siguiente temporada para ver cómo se le ha ocurrido matar", afirma la diseñadora.

Todo vale. Incluso unos zuecos de piel de potro que se pueden tocar en el área de ropa para niño. Son de la marca Baby Version Rock, de la diseñadora francesa Muriel, que viste al niño como a un adulto: estampado de leopardo, botones de calavera y bermudas metalizadas. "Para padres que pueden y quieren gastar mucho dinero", advierte la diseñadora.

Paul-Anthony Smith no se pierde una feria. Su marca, Elvis+ Jesus, es una mezcla de rock and roll y religión en clave de humor. Camisetas y pantalones en un expositor que llama la atención. Julián se apunta a las gorras Goorin Bros, que, llegadas de San Francisco, se venden en todo el mundo.

En Bread & Butter se viene a hacer contactos, a vender o comprar la colección y, por la noche, a golfear. "Estamos muy lejos de París o Milán", dice Danielle de Bie, director de comunicación de B&B. "No queremos ser como esas pasarelas".