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O dinero o comida

Enviar alimentos a países pobres puede ser imprescindible -200 millones de personas dependen de esta ayuda-, pero a veces no es la mejor solución. Para empezar, un tercio se pierde antes de llegar a su destino, según el último informe de la Organización para la Alimentación y Agricultura de la ONU (FAO). Ello representa más de tres millones de toneladas, o 500 millones de euros. Además, las donaciones impiden que prosperen los agricultores locales, algo perjudicial a largo plazo. A cambio, la FAO propone que, siempre que se pueda, es mejor distribuir dinero o cheques-comida para la compra de suministros en los mercados regionales. Además, la ayuda no debe estar vinculada a otras condiciones, como contratos de compra o de obras públicas.

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