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Ausencias y presencias

Las diferencias entre campistas y zaplanistas se reflejaron en cada acto de los realizados en el pabellón número cinco de Ifema. La jornada estuvo plagada de detalles y anécdotas. El presidente de la Diputación de Alicante, José Joaquín Ripoll, no se dejó ver durante la visita de Camps al stand de Costa Blanca, pese a que sí estaba en el recinto y a que acudió posteriormente a la comida de la Generalitat. Ésta fue más sobria y protocolaria que en otras ocasiones, sin que se produjera ningún anuncio especial y con un auditorio poco entusiasta. El gesto de Ripoll por la mañana no pasó inadvertido, pero se asumió quitándole importancia. El presidente de la Generalitat trató de echar balones fuera y aseguró que tanto ésta como algunas otras ausencias obedecían a las numerosas obligaciones que tienen los populares.

Camps visitó todos los pabellones, dedicando especial atención a aquellos que contaban con regidores con los que guarda especial simpatía, sobre todo en Valencia y Castellón. En esta última estuvo vigilado de cerca por el presidente de la Diputación, Carlos Fabra. Entre las ausencias más destacadas, la de la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, o la de la consejera de Cooperación, la benidormense Gema Amor. Muchos responsables políticos se dejaron ver en grupo o en solitario. Fue el caso de la secretaria de Estado de Cooperación, Leire Pajín.

Otra de las anécdotas la protagonizó el Bloc. Su secretario general, Enric Morera, y toda la plana mayor de la formación valencianista vivieron momentos de tensión el miércoles en el set de ruedas de prensa del Patronato Costa Blanca. El Bloc pretendía presentar su programa electoral en materia de turismo en la feria, e intentó aprovechar la presentación de un proyecto del Ayuntamiento de El Verger para incorporarse a la tribuna. El personal del Patronato intentó frenar lo que consideraban una utilización electoral del espacio. Finalmente, a cinco minutos de que cerrara Ifema, Morera y los ediles alicantinos pudieron tomar la palabra, aunque sólo pudieron disculparse por no tener tiempo para hablar del turismo sostenible.

Moros y Cristianos

Otro tema que suscitó comentarios fue el de los Moros y Cristianos, protagonistas de presencias y ausencias. Gran parte del protagonismo del pabellón valenciano lo centra la kábila en la que se promocionan las fiestas para que sean declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. El diseño del espacio, sin embargo, muy alejado de las kábilas o casales festeros, pasó desapercibido cuando no había música en directo. La Diputación de Alicante está guiando a la Unión Nacional de Entidades Festeras (UNDEF) en la campaña para obtener el reconocimiento internacional, lo que ha sentado mal en un sector de la misma, que considera que debería ser la propia organización la que capitalizara una reivindicación no partidista.

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