Los políticos se suman a una iniciativa ideada para criticarles

Apagar las luces cinco minutos con un fin loable. No hay político que se resista. Así, a la iniciativa ciudadana que nació para alertar a los políticos de la gravedad del cambio climático y pedirles medidas para combatirlo, se sumaron ayer gobernantes de todos los partidos. No faltaron ni aquellos que con su política diaria más hacen por emitir gases de efecto invernadero.

Un ejemplo, pero no el único, es el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón (PP), que gastó las pasadas Navidades en iluminación 3,5 millones de euros (más del doble que el año anterior). Eso no le impidió ayer sumarse sobre la marcha al apagón. Durante una rueda de prensa, una periodista le preguntó si el Ayuntamiento iba a respaldar la iniciativa. El alcalde respondió que la idea le producía "simpatía", pero que la consideraba un "acto individual", "episódico", y que él prefería las medidas permanentes. La periodista insistió: "¿Van a apagar algún monumento emblemático, como va a hacer París?". Entonces a Ruiz-Gallardón le cambió la cara. "Pues... no lo teníamos previsto, pero no me parece mala idea. De hecho, es una buena idea... Sí, lo vamos a hacer", concluyó con una ancha sonrisa. Y apagó la Puerta de Alcalá. Algo parecido, apuntarse a una iniciativa que desconocía, hizo el vicepresidente de Madrid, Ignacio González, del PP.

Lejos de Kioto

La Junta de Andalucía, la Comunidad Valenciana y hasta el Gobierno, entre otras muchas instituciones secundaron la iniciativa. Parece que nadie tenga nada que ver con que España sea el país industrializado que más se aleje del protocolo de Kioto, que ya emite un 52% más que en 1990. Hasta una empresa eléctrica como Unión Fenosa, uno de los principales emisores, se unió al carro.

Aunque al fin y al cabo, los políticos hicieron lo que la mayoría de sus electores. Apagar las luces cinco minutos para compensar que cada vez usan más el coche. Por eso las emisiones del transporte han crecido más del 80% desde 1990.

La convocatoria salió espontáneamente de Internet y tomó tanto impulso que nadie se atrevió a quedarse fuera. Primero se sumaron las organizaciones ecologistas, que al principio no preparaban nada especial, pero fue tanto la fuerza de la Red que en el último momento todas las instituciones se fueron apuntando: el apagón incluso consiguió que, al menos durante cinco minutos, el Partido Popular y el PSOE se pusieran de acuerdo. Ambos partidos apagaron las luces de sus sedes centrales y desconectaron los aparatos eléctricos de sus edificios a las 19.55.