Un muñeco luminoso aterroriza Boston

El simpático muñequito construido con luces ofrecía un gesto obsceno con el dedo corazón a los viandantes desde hacía más de dos semanas. Su visibilidad era total durante la noche, aunque pasaba más inadvertido durante el día, cuando las bombillas perdían brillo.

Nadie prestó mucha atención. Hasta que alguien, en un país que no está para muchas bromas que tengan que ver con cables y paquetes sospechosos, le prestó de repente demasiada y su presencia en diversos puntos de la ciudad de Boston desató el mayor despliegue antiterrorista desde el 11 de septiembre. Se cerraron puentes y se bloqueó la principal autopista de la ciudad -y se colapsó el tráfico-; se cerraron estaciones de metro -y la hora punta se volvió un caos-; se cortó un tramo del río Charles... En definitiva, se desató la histeria ante la posibilidad de un ataque terrorista que muchos temen que vuelva a golpear a Estados Unidos.

Nada más lejos de la realidad. Todo fue una falsa alarma. La movilización de las fuerzas de seguridad lo único que desarticuló fue una campaña publicitaria -desde luego, eco ha tenido, aunque no muy positivo- que promocionaba un programa de dibujos animados para adultos que se estrenará en marzo en el canal Cartoon Network, de Turner Broadcasting. La campaña no se limita a Boston; otras nueve ciudades, entre ellas Nueva York y Los Ángeles, tienen símbolos idénticos sobre sus puentes. Pero las surrealistas aventuras de una hamburguesa de nombre Meatwad, de un batido conocido por Master Shake y de unas grasientas patatas fritas -que responden al calificativo de Frylock- que conviven en una casa del extrarradio de una gran ciudad tuvieron durante el pasado miércoles en jaque a las fuerzas especiales de seguridad de Boston. Incluso los artificieros llegaron a explosionar uno de los groseros muñequitos.

"Es un escándalo que en el mundo posterior al 11-S una compañía utilice este tipo de publicidad", declaró el alcalde de Boston, Thomas Merino. "Voy a tomar todas las acciones legales necesarias contra Turner y sus afiliados por todos los gastos que nos han ocasionado". El gobernador de Massachusetts, el demócrata Deval Patrick, indicó que el asunto evidentemente "era una broma", pero que no por eso tenía "gracia alguna".

Los dos jóvenes detenidos por haber colocado 38 artefactos de luces fueron acusados de desorden público y de perpetrar bromas pesadas. Peter Berdovsky, de 27 años, y Sean Stevens, de 28, fueron dejados en libertad con fianza de 2.500 dólares tras declararse no culpables. Cuando fueron detenidos y esposados, sonreían. Cuando comparecieron ante el juez, sonreían. Cuando salieron del tribunal, siguieron esbozando una sonrisa. Vivieron sus minutos de gloria y se pavoneaban como héroes. Hicieron un alegato de la libertad al remontarse a los años setenta y recordar cómo la gente se escandalizaba por asuntos como el estilo en el corte del pelo...

A las puertas del juzgado, una docena de seguidores incondicionales de los dos hombres les mostraban su apoyo con gritos de "Liberad a Peter" o "Nunca olvidaremos el 31-1-07".

Algunos de ellos manifestaron a Associated Press su malestar por un estado policial y de paranoia general que creen cada día más creciente. "Es muy fácil convertirse en un terrorista últimamente", declaraba Jennifer Mason."Colocas una caja en una esquina y logras cerrar una ciudad entera".