_
_
_
_
_
Entrevista:LUCÍA LACARRA | Bailarina | Fin de semana

"Me gusta bailar lo que me hace sentir algo, sea un ballet nuevo o no"

El Prix Nijinsky, el Benois de la Danse y el Nacional de Danza son sólo tres de los premios recibidos por Lucía Lacarra (Zumaia, 1975) en su brillante carrera. La actual estrella del Ballet de la Ópera de Múnich interpreta cuatro piezas con su pareja, Cyril Pierre, en Soirée, la pasión por la danza, un programa "ameno y variado".

Pregunta. ¿Qué hace especial a este programa?

Respuesta. Varias cosas. Primeramente, que es Bilbao y voy a tener a toda mi familia y a amigos en el público. Luego, no es una gala tradicional, ya que hemos intentado que yo baile el máximo posible. Hago cuatro piezas, dos pasos a dos por cada parte del espectáculo.

P. Ve la danza como arte.

R. Para mí la danza es arte; no es simplemente utilizar tu cuerpo para hacer una clase de movimientos. Eso sería gimnasia. Hay quien la considera como algo más puramente físico o estético, pero a mí me gusta verla como una forma de expresión y de transmitir emociones.

P. ¿Le atrae la vanguardia?

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

R. No soy una persona que esté buscando siempre hacer cosas inéditas, nuevas, diferentes, originales. Me gusta bailar lo que me gusta, lo que me hace sentir a mí misma algo, sea un ballet nuevo o no.

P. En Euskadi no hay infraestructura para situarse en la élite de la danza. ¿Es una situación irreversible?

R. No pienso que tenga que ser siempre así. Siempre hay posibilidad de hacer algo. El problema es que se necesita muchísimo trabajo y sería un proceso muy largo. Una compañía grande, de un nivel internacional, con un repertorio extenso, no se crea de la noche a la mañana. Para que esa compañía esté a un nivel que pueda atraer a los bailarines de élite vascos que están en el extranjero necesita años de rodaje. No tiene por qué ser imposible, pero se necesitaría muchísimo trabajo y debería empezarse de algún modo para llegar a conseguirlo.

P. ¿Entre sus proyectos figura embarcarse en esa aventura?

R. Por el momento no hay que mezclar. Hoy en día cualquier bailarín se considera coreógrafo, lo que para mí son dos trabajos completamente diferentes, y cualquier bailarín se considera director de compañía, que tampoco es lo mismo. A largo plazo no diría que no, pero considero que si algún día cojo la dirección de una compañía, será el día en que yo no baile, porque no se puede bailar y dirigir una compañía, y ser objetivo al mismo tiempo en todos los aspectos.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_