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Reportaje:

La popularidad de Bachelet cae tras su primer año de mandato en Chile

La presidenta de Chile cumple un año de mandato con la popularidad a la baja

La primera presidenta mujer que ha tenido Chile, Michelle Bachelet, comenzó ayer el segundo de sus cuatro años de mandato con una aprobación que las encuestas sitúan entre el 47% y el 51%, muy cerca del porcentaje de votos con los que fue elegida pero muy por debajo, nada menos que 10 puntos, respecto de la popularidad de la que gozaba en abril del año pasado. Con una oposición que no le dio tregua desde el primer minuto y que ha apuntado contra su liderazgo, Bachelet ha impulsado un amplio programa de protección social en su primer año y un cambio radical del sistema de transporte público de la capital.

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Una reciente encuesta de la consultora Adimark situó la aprobación a Bachelet en el 49,3% en febrero, algo mejor que en enero. Pero los sondeos no recogen el impacto del principal problema que por estos días preocupa a La Moneda: el Transantiago, un sistema de transporte que combina los recorridos del metro y los autobuses para transportar cada día a seis millones de santiaguinos con la mayor eficiencia posible. El sistema acabó con la anarquía e inseguridad del transporte, pero atiborró las líneas de metro y dejó escasas de servicios a zonas pobres, lo que ha provocado feroces protestas, con barricadas incluidas.

La mayoría de los análisis coinciden en que la caída de la popularidad del Gobierno de Bachelet arrancó con las protestas de los estudiantes de enseñanza media de mayo de 2006, que costó el puesto a los ministros de Interior y Educación. Recientemente, el Gobierno se ha visto salpicado por algunos escándalos de corrupción.

Las dificultades han sido sazonadas por las divergencias entre los partidos de la coalición que gobierna Chile desde el fin de la dictadura de Pinochet en 1990: la Concertación. Con la muerte del dictador en diciembre, se extinguió el principal factor de unión entre socialistas y democristianos, dos partidos que en otras latitudes son adversarios.

En el seno de la Concertación ya han saltado, con bastante anticipación, disputas por las elecciones de 2009. Para disgusto de Bachelet, en la Democracia Cristiana (DC), el otro pilar de la coalición de Gobierno, creen que es su turno de presentar un candidato después de dos Gobiernos consecutivos encabezados por socialistas, Bachelet y Ricardo Lagos (2000-2006). Algunos socialistas reconocen el "derecho" de la DC, pero otros apelan a las encuestas, en las que Lagos destaca.

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