_
_
_
_
_
Crispación política por el futuro de Euskadi y Navarra

El detonante navarro en el proceso de paz

Batasuna planteó en otoño hablar del futuro de Navarra; ni el PSE ni el PNV aceptaron

Luis R. Aizpeolea

El presidente del Gobierno navarro, Miguel Sanz, de UPN (marca local del PP), dijo repetidamente, durante el proceso de fin dialogado del terrorismo, que Gobierno y ETA negociaban el futuro de Navarra. Ahora dice que "Navarra corre riesgos de perder a plazos su estatus". La vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, le contestó entonces y ahora que "los fantasmas que agita sólo habitan en su imaginación". ¿Qué hubo de Navarra en el proceso de fin dialogado de ETA?

ETA y Batasuna introdujeron Navarra en el guión del proceso tras el verano, cuatro meses antes del atentado de Barajas del 30 de diciembre, que rompió el alto el fuego. Fue una clave en el enfrentamiento de ETA y Batasuna con el Gobierno, el PSE y el PNV, que culminó con el atentado de diciembre, pero no estuvo en el inicio y las bases del proceso.

Más información
El desgaste de diez años
El PP reúne a más de 75.000 personas al grito de "Viva Navarra española"

La primera mención a Navarra se produjo antes del alto el fuego a cargo del portavoz de Batasuna, Arnaldo Otegi, cuando avanzaron las conversaciones que inició en 2002 con el presidente del Partido Socialista de Euskadi (PSE), Jesús Eguiguren. Otegi planteó la incorporación del secretario general del Partido Socialista de Navarra (PSN), Carlos Chivite. Pero Chivite nunca aceptó la invitación. "Quiso dejar al margen al PSN, que, desde 1979, en que se desgajó del PSE, ha defendido la idea de Navarra propia y diferenciada", según fuentes socialistas navarras.

Tampoco estuvo la cuestión Navarra en las bases que la delegación del PSE y de ETA acordaron para el alto el fuego. El comunicado de ETA, del 23 de marzo de 2006, en su anuncio de alto el fuego, no habla de Navarra y ni siquiera menciona la territorialidad. "El futuro de Navarra quedó fuera de las bases del proceso porque es un asunto político, que corresponde a los partidos navarros y no a ETA", según fuentes del proceso.

La cuestión de Navarra la introdujo Batasuna en septiembre en las conversaciones que inició con el PNV y PSE para desbloquear el proceso y llegar a un preacuerdo para constituir la mesa de partidos. Batasuna presentó una propuesta consistente básicamente en la aprobación de un órgano común de las comunidades de Navarra y del País Vasco, con capacidad legislativa. Ni el presidente del PNV, Josu Jon Imaz, ni el secretario general del PSE, Patxi López, ni el Gobierno la aceptaron. El disentimiento sobre esta cuestión, que para Batasuna es clave, bloqueó en noviembre los contactos entre partidos vascos.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Tras el bloqueo de los partidos, en la reunión que delegados del Gobierno y ETA celebraron, a mediados de diciembre, antes de la ruptura del alto el fuego del 30 de ese mes, la banda planteó la cuestión de Navarra. La delegación gubernamental mantuvo su rechazo.

Once días después del atentado de Barajas, el 10 de enero, ETA utilizó la cuestión de Navarra como uno de los argumentos explicativos del atentado que la banda entendió, según su comunicado, como un acto de presión, pero que por sus consecuencias -dos personas asesinadas- se convirtió en la ruptura del alto el fuego.

Es en este comunicado de ETA, el último del proceso, en el que aparece Navarra por vez primera, pero sin citarla. ETA se refiere a la propuesta fallida de Batasuna en las conversaciones con los partidos: "Ante esta situación, la solución al conflicto está en la propuesta política que ha repetido sin cesar la izquierda abertzale: el reconocimiento de los derechos nacionales de Euskal Herria, respetar lo que decidan los ciudadanos vascos y superar la división territorial que se impone". También admitía que el Gobierno y el PSOE "han fijado como tope del proceso la Constitución y la legalidad".

Otegi reapareció el 8 de febrero, con otra propuesta de "autonomía política para Euskadi y Navarra dentro del Estado", más pragmática que la que presentó en otoño a los partidos. Ni PSE ni PNV han entrado al debate. Le exigen, como el Gobierno, el rechazo previo de la violencia. El PSN, incluso, rechazó públicamente, el sábado, la unión de Navarra y Euskadi. Ante ello, Sanz se dirigió ayer a Zapatero. Pero éste respondió a esa cuestión el 14 de julio: "Navarra no es elemento de debate ante el proceso de fin de la violencia de ETA y no va a estar en la mesa". Es un hecho que cuando se planteó, se rompió la mesa.

El presidente de Navarra, Miguel Sanz.
El presidente de Navarra, Miguel Sanz.LUIS AZANZA

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_