El fiscal retira la acusación contra Otegi por delito de enaltecimiento del terrorismo

La Fiscalía de la Audiencia Nacional retiró ayer su acusación contra Arnaldo Otegi por enaltecimiento del terrorismo en un acto de homenaje a la etarra Olaia Castresana, fallecida mientras preparaba una bomba en julio de 2001. En ese acto, Otegi pidió "un fuerte aplauso para los gudaris" que lucharon por la autodeterminación.

La falta de pruebas llevó al fiscal a retirar durante el juicio la acusación contra el líder de la izquierda 'abertzale'

El tribunal ordenó detener al portavoz de la coalición independentista en su casa para trasladarle en avión hasta Madrid

La decisión del ministerio público libra al líder de Batasuna de una de las dos causas pendientes que tiene con la justicia

El fiscal, tras interrogar al acusado y a la ex parlamentaria vasca por Batasuna Araitz Zubimendi, consideró que el líder de la izquierda abertzale hizo esas declaraciones en un entierro, un acto de "emociones desbordadas". Su discurso, en opinión del ministerio público, elogió una ideología y no "un acto antijurídico castigado por la ley". Al no haber acusación, el tribunal lo absolvió, liberándole de una de las dos causas que tenía pendientes y que, de terminar en condena, podrían conducirlo a la cárcel.

El juicio estaba previsto para las 10.30, pero comenzó casi diez horas más tarde, a las 20.20, después de que la sección cuarta de la Audiencia Nacional ordenara detener al líder de la izquierda abertzale en su domicilio de Elgoibar (Guipúzcoa), adonde había retornado, según su abogada, Jone Goirizelaia, por la imposibilidad de llegar a Madrid por carretera debido al temporal de nieve. El tribunal ordenó su captura tras pedir un informe a la Guardia Civil de Tráfico, que aseguró que la ruta entre Vitoria y Madrid estaba despejada y que sólo se prohibía transitar por algunos puntos a los camiones. Otegi fue conducido ante el tribunal escoltado por la Guardia Civil y en un avión del Cuerpo Nacional de Policía que aterrizó en el aeródromo de Cuatro Vientos poco después de las 19.30.

"No era mi intención"

El fiscal preguntó al acusado qué pretendió decir con las declaraciones que realizó en el acto de homenaje a la etarra Castresana, en el que Otegi pidió un aplauso para los gudaris caídos en la "lucha por la autodeterminación". El líder de la ilegalizada Batasuna respondió que sus palabras "para nada" y "en absoluto" pretendían enaltecer el terrorismo. "No era esa mi intención y nunca lo he hecho", dijo Otegi, que aseguró que participó en el acto dando "un discurso político" a petición de la familia de la fallecida.

El dirigente independentista vasco aprovechó también ese interrogatorio para señalar que "desde hace meses", la izquierda abertzale considera que "existe una oportunidad real de encontrar una solución suficiente para estos problemas [en alusión a la situación en el País Vasco]", y aseguró que el anhelo de sus militantes "es vivir en paz" y poder convencer democráticamente a los ciudadanos vascos de que "el socialismo y la independencia" es lo mejor para Euskadi.

La abogada de Otegi, Jone Goirizelaia, que no preguntó ni a su defendido ni a la ex parlamentaria vasca de Batasuna Araitz Zubimendi (que compareció tras Otegi como testigo) renunció a interrogar al resto de sus testigos: los dirigentes abertzales Joseba Álvarez, Rafael Díez Usabiaga, Joseba Permach y los padres de Castresana.

Goirizelaia renunció también a que se expusieran en el juicio las pruebas documentales aportadas, pero el presidente del tribunal, unilateralmente, ordenó emitir los vídeos de los informativos en los que Otegi realizaba las declaraciones por las que se le juzgaba, a pesar de que, durante su interrogatorio, se había leído su transcripción a propuesta del fiscal. Tras la proyección de las imágenes, el ministerio público retiró la acusación.

Esta decisión se produce tras una semana de intensas tensiones entre la Fiscalía y el tribunal, la sección cuarta de la Audiencia, presidida por el magistrado Fernando Bermúdez de la Fuente -que hace unos meses recogió firmas entre los funcionarios contra el Estatuto catalán en una campaña lanzada por el PP- e integrada por Carmen Paloma González Pastor y Juan Francisco Martel Rivero.

La sala mantuvo el juicio tras rechazar un recurso del fiscal, que solicitaba la suspensión de la vista para estudiar nuevas pruebas y presentar una nueva acusación, y en el que señalaba que su desestimación comprometería "la neutralidad e imparcialidad del tribunal". La acusación que obraba en la causa era el presentado en el proceso seguido contra Otegi, Jon Salaberria y Araitz Zubimendi ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) en 2005, que pedía 15 meses de prisión para Otegi. En ese proceso, el dirigente independentista resultó condenado y los otros dos dirigentes abertzales, absueltos. El Tribunal Supremo ordenó repetir el juicio al considerar que el tribunal no era imparcial. El caso llegó a la Audiencia Nacional al haber perdido Otegi la condición de parlamentario vasco y por tratarse de un delito de terrorismo.

La Fiscalía sostiene que no se podía volver a juzgar a Salaberria (en paradero desconocido) ni a Zubimendi, ya que nadie recurrió sus sentencias absolutorias ante el Supremo. Pero la Audiencia ha declarado en rebeldía al primero y llamó como testigo a la segunda a pesar de que en el escrito del fiscal aparece como acusada. Fuentes de la Fiscalía de la Audiencia aseguraron por la mañana que, en principio, no se retiraría la acusación, sino que se actuaría en función de las pruebas.