Nadar con dos años de retraso
El equipo femenino de 4x200m libre se queda fuera de la final, pero se clasifica para Pekín
"Hemos cumplido con el objetivo", anunció, satisfecha, Erika Villaecija, el estandarte de la delegación española, después de clasificar al equipo femenino de 4x200 metros libre para los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. La natación española es tan pobre que cada vez se conforma con menos. Ayer se congratuló por un duodécimo puesto. Muy lejos del octavo, que autorizaba para disputar la final, pero el último que garantizaba un sitio en la cita de la capital china.
Arantxa Ramos, María Fuster, Melanie Costa y Erika Villaecija, por este orden, nadaron el relevo en 8m 6,62s. Seis segundos por encima de lo que necesitaron las suplentes de Estados Unidos para ser octavas y clasificarse para la final, ganada por las titulares.
La marca fue celebrada en la expedición española porque supuso una remontada respecto al naufragio de Montreal. En los Mundiales de 2005 nadaron en 8m 11,24s. Hace dos años, ese tiempo les alcanzó para ser las duodécimas. Es decir, que España sigue igual. Si en Montreal hubiera hecho los tiempos de Melbourne, se habría clasificado para la final. Pero nada con dos años de retraso.
Después de alcanzar su cenit en los Juegos de Atenas 2004 -un sexto puesto-, el equipo femenino de relevos fue víctima del desorden organizativo de la federación. Montreal representó el fin de un ciclo. Había que volver a empezar sin Melissa Caballero ni Tatiana Rouba. Por su carácter de buque insignia, la crisis del 4x200 femenino reflejó el estado ruinoso de la natación en España. La progresión se detuvo. Si hace dos años era posible entrar en una final, ahora parece complicado. Para lograrlo, las cuatro nadadoras que se lanzaron al agua ayer deberían haber batido con mucho sus marcas personales en los 200 libre. Esto es difícil hacerlo por la mañana, cuando les tocó competir. En cualquier caso, sólo una mejoró su tiempo: María Fuster. Las otras tres nadaron por debajo de sus posibilidades.
Mientras los países del entorno mediterráneo sitúan cada vez más nadadores en las finales, España se mantiene igual de atascada. Hasta ayer, sólo Villaecija ha nadado una final
: cuarta en los 1.500 metros libre.
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