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"Ahora me entero de que hay huelga"

Daniel Verdú

Ayer se cumplió un año del accidente que segó la vida de dos trabajadores del metro en la estación de Puerta del Ángel. Para que se aumenten las medidas de seguridad, el sindicato Solidaridad Obrera -minoritario en el comité de empresa (10%)- convocó una jornada de paros entre las 5.50 y las 7.50 y entre las 19.00 y las 21.00. Los viajeros ni se enteraron. Tampoco se advertía por megafonía como en otras ocasiones. "¿Hoy? Pues yo no he notado nada. Al contrario, ha funcionado todo muy bien", dijo José Morcillo, viajero de la línea 1 a las siete y cuarto de la mañana, tras enterarse de que había una protesta de los trabajadores. Los vagones no se llenaron y no hubo aglomeraciones en los andenes. "Ahora me entero de que había huelga", exclamó Pepe, un viajero de la línea 6 que cogió el metro a las 7.00 hasta Príncipe Pío sin esperar más de lo habitual.

Según Metro, los paros matinales fueron secundados por 17 de los 843 trabajadores de ese turno y salieron todos los trenes; por la tarde, pararon 20 trabajadores de los 756 del servicio, y no salieron cuatro convoyes. El sindicato convocante no desmintió las cifras pero les restó importancia. "No entraremos en esa guerra. Lo importante es que se aumente la seguridad y que no se vuelva a repetir lo que sucedió hace un año", señaló un portavoz de Solidaridad Obrera. El resto de sindicatos no apoyó los paros y los criticó levemente por "inoportunos".

A las 11.00, unos 30 trabajadores del suburbano se concentraron frente a la sede de Metro en la calle de Cavanilles. Protestaban por las acusaciones de sabotaje que la consejería ha vertido sobre ellos "sin pruebas ni documentos", y por la reducción de la plantilla de mantenimiento, que, según sus datos, ha bajado un tercio en 12 años.

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Sobre la firma

Daniel Verdú
Nació en Barcelona en 1980. Aprendió el oficio en la sección de Local de Madrid de El País. Pasó por las áreas de Cultura y Reportajes, desde donde fue también enviado a diversos atentados islamistas en Francia o a Fukushima. Hoy es corresponsal en Roma y el Vaticano. Cada lunes firma una columna sobre los ritos del 'calcio'.

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