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Reportaje:

El móvil está que arde

Ramón Muñoz

"Happy birthday to you, happy birthday to you, happy birthday Mr. Pedro?". Va vestida de Marilyn Monroe y se contonea voluptuosamente mientras habla, pero no es la famosa actriz estadounidense. Y el destinatario de la felicitación no es el presidente Kennedy, sino Pedro, uno de los 42 millones de abonados al móvil que hay en España. Le acaban de mandar al suyo un videoclip de 20 segundos para felicitarle por su cumpleaños. Los compañeros de oficina han elegido este vídeo en el que se emula la famosa felicitación que dedicara, en su 45º cumpleaños, a John F. Kennedy la actriz que simbolizó el erotismo. Pero habían podido escoger otros muchos motivos: enfermeras, secretarias, modelos en biquini? Todas ellas, ligeras de ropa y pronunciando sensualmente el mensaje contratado. Y no sólo sirven para los cumpleaños, sino para conmemorar cualquier celebración o aniversario, la convocatoria de una fiesta, una invitación a una discoteca, despedidas de soltero, anuncios de contactos, publicidad o simplemente como diversión.

"En el móvil sólo puede haber una persona y muchos primeros planos. No vale con trocear una peli porno"
"Es un producto dirigido a gente con cierto nivel económico, como ejecutivos que no tienen tiempo que perder"

Estos videoclips forman parte de una nueva e incipiente industria: los contenidos de móvil para adultos. Apenas tiene dos años de vida, pero en ese tiempo ha logrado consagrarse como uno de los negocios con un futuro más prometedor. Su despegue ha tenido mucho que ver con la aparición de la tercera generación de telefonía móvil (la 3G), que permite la navegación y las descargas rápidas por Internet y la visualización de vídeos. El catálogo de productos es extenso. Reality shows, fondos de pantalla animados, juegos, videoclips, chats en directo? Todos ellos, envueltos en un embalaje erótico (cuando no directamente porno), comienzan a adueñarse de las pequeñas pantallas.

"La tecnología es nuestra aliada. Cuando han empezado a ser frecuentes en el mercado los terminales de alta calidad se ha producido una explosión del negocio. Ahora, con cuatro millones de terminales 3G, los vídeos eróticos desplazan a fotos, fondos de pantalla o animaciones, lo que más se descargaba el usuario hasta hace poco", dice Daniel Santamaría, responsable de contenidos para adultos de Movilisto, una de las empresas punteras en España en la comercialización de este tipo de contenidos.

Las primeras empresas especializadas en este negocio nacieron en Estados Unidos en 2005. Harvey Kaplan, el presidente de Xobile, una de las mayores firmas del sector, hizo entonces un pronóstico a The New York Times que ha resultado profético: "Nadie va a comprarse un móvil capaz de ver vídeos para bajarse un tráiler de Walt Disney. Pero seguro que se lo compra si quiere ver un vídeo erótico tranquilamente".

Acababa de aparecer la 3G y los terminales para bajar vídeos de calidad valían más de 350 euros. Apenas dos años después, firmas como Xobile y Ohbile suman 20.000 abonados nuevos al mes. Y a ellas se les han unido las históricas del género. Playboy lanzó su rentable división para móviles a comienzos de 2005. Y Private, que estrenaba en marzo de 2006 su portal de Internet para móvil (wap.private.com), tiene contratos con 60 operadoras de móviles de 29 países y sus contenidos pueden llegar a 533 millones de usuarios.

Pero el negocio del sexymóvil necesita contenidos. Aunque con pocos medios, aparece una producción cinematográfica específica. "El error es intentar meter la película que tú ves en el cine o en tu tele en una pantalla de dos pulgadas. Sólo puede haber una actriz o un actor, porque si hay más no se distinguen. Y muchos primeros planos. Trocear una peli porno y meterla en el móvil no funciona", comenta Conrad Son, el conocido director porno catalán, que presume de ser el pionero de la realización del erotismo para móviles en España.

La producción de Conrad supera las 25 películas al mes. En realidad, videoclips de entre 20 segundos y cuatro minutos de duración. El coste de producción oscila entre 600 y 1.000 euros, muy lejos de los 20.000 euros que cuesta una película erótica en formato grande. "Filmamos cuatro de un tirón. Lo justo para que la chica se cambie de ropa, según sea el motivo elegido. Hace poco hemos hecho uno por el Día del Padre que ha funcionado bastante bien. Trabajamos con un equipo muy reducido: dos cámaras, un realizador y una peluquera-maquilladora. Y utilizamos un microplató: un estudio de unos 70 metros cuadrados. Los decorados deben ser fondos virtuales, hechos por ordenador, que resalten el físico de la actriz".

Una de las actrices que más trabajan con Conrad es Evita de Luna, protagonista de la felicitación de Marilyn y de otros muchos montajes con los más diferentes motivos, como horóscopos astrales o la invitación para el último festival erótico de la seda que se celebró en Vilagarcía de Arousa (Pontevedra). "Los que más éxito tienen son los de equipos de fútbol", afirma Evita. "Los rodajes son fáciles. Sólo tienes que aprenderte un texto corto y decirlo de forma provocativa. El nivel de erotismo varía según el público y el país a los que va dirigido. En los asiáticos gusta el rollo colegiala, pero no hay destape y la chica no puede tocarse el cuerpo. Está rigurosamente prohibido".

Evita de Luna ha encontrado en el móvil un filón laboral, gracias a un negocio que nadie sabe a ciencia cierta qué volumen de dinero mueve. Ni operadores, ni usuarios están muy interesados en reconocer su práctica. Un estudio de la consultora Juniper Research estima para 2009 un mercado de 2.100 millones de euros sólo en EE UU. En España, la treintena de empresas dedicadas a comercializar estos contenidos mueven 10 millones de euros.

El producto estrella de Lechill Mobile, una empresa hispano-sueca con sede en Barcelona, es Descubre a Sonia Baby, el primer reality show para móviles. Cada semana, el usuario puede descargarse un vídeo de cuatro minutos por dos euros. "Puedes ver a Sonia haciéndose un tatuaje o en una fiesta con sus amigos. Tiene un contenido erótico, pero no es pornográfico", afirma el director general, Christian Thorn.

Cada día sale un producto nuevo al mercado. La empresa española Kitmaker acaba de lanzar el Mobilover, una especie de tamagotchi erótico en el que el usuario debe conquistar a su amante celular mediante regalos, piropos, provocaciones y acciones atrevidas. Hay versión femenina y masculina. Movilisto también ha comenzado la comercialización de un videochat sexy en vivo: funciona como los números 803; pero en vez de una locución ardiente, el cliente puede no sólo escuchar, sino ver a la actriz y satisfacer sus deseos visuales más atrevidos por 1,33 euros al minuto.

Se puede acceder a este tipo de contenidos de tres formas. La más extendida es la del envío de un SMS premium con un coste de 1,2 euros (más IVA), en el que el número de mensajes depende de la duración o la calidad de la descarga. También funciona la suscripción (un vídeo de 20 segundos por 0,3 euros al día). Por último, está la navegación a través de Internet móvil. Este método aún está poco desarrollado porque los proveedores se ven obligados a colgar sus vídeos en los menús de los portales de los operadores (e-mocion de Movistar, Vodafone live! y Orange World). Pero la situación está a punto de cambiar. "El futuro está en los off portal. Que el usuario acceda libremente a los contenidos como lo hace por Internet. En los portales de las operadoras se necesitan más de seis clics para descargarte un vídeo. Y el público se desespera", señala Emilio Marqueze, dueño del mayor portal de contenidos para adultos de España.

Lo que no hay es un perfil de usuario de este tipo de contenidos. "Evidentemente es un producto dirigido a gente con un cierto nivel económico, porque debe tener un buen terminal. Por ejemplo, un ejecutivo que se descarga un vídeo mientras espera su vuelo. No tiene tiempo que perder. Así que tienes que ponerle caliente en 40 segundos. Por eso, generalmente rodamos planos de un tirón", apunta Conrad Son.

Movistar, Vodafone y Orange guardan un celoso silencio sobre el contenido más picante de sus portales. Pero cada semana cuelgan 600 nuevos videoclips de sus menús, y aunque por ahora no es el producto de más éxito comercial, no falta el porno. Pero un porno muy en primera persona, que nada tiene que ver con el de las casi desaparecidas salas X. "Tienen que ser planos ginecológicos. Sólo se ve a la chica al principio. Del actor, sólo se ven las manos o los genitales, para que cuando el cliente tenga el móvil en la palma de su mano se sienta el protagonista de la escena".

La erótica del móvil está vedada a los menores. En Movistar, la carpeta "Sexy/+18" no es visible en el menú hasta el horario nocturno (desde las 22.30 hasta las 8.00). Y el usuario puede bloquear el acceso con una simple llamada al centro de atención al cliente. En Vodafone son mucho más estrictos. Para descargarse un videoclip de un canal love & sexy es necesario darse de alta en el servicio de adultos y marcar un código de cuatro dígitos.

Recientemente se ha descubierto una adicción. Los que la sufren no pueden vivir sin su terminal en el bolsillo. Con los nuevos contenidos, ser adicto al móvil será al menos más excitante.

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Sobre la firma

Ramón Muñoz
Es periodista de la sección de Economía, especializado en Telecomunicaciones y Transporte. Ha desarrollado su carrera en varios medios como Europa Press, El Mundo y ahora EL PAÍS. Es también autor del libro 'España, destino Tercer Mundo'.

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