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Reportaje:

Una voz para toda la vida

Desde hace tres años, la Federación Internacional de Sociedades de Otorrinolaringología celebra el 16 de abril el Día Mundial de la Voz. Con este motivo, en torno a esa fecha se organizan en cada país diferentes actos culturales y de educación sanitaria. En España, la responsable es la Sociedad Española de Otorrinolaringología (Seorl), que subraya que la prevalencia de las patologías de la voz "continúa aumentando en una sociedad cada vez más ruidosa y estresante". Quienes además emplean la voz como instrumento de trabajo (cantantes, profesores, actores, locutores…) son los profesionales que más riesgo presentan ante estos problemas.

Los profesores de colegio son el colectivo más afectado. El 22,5% de ellos sufre alguna patología de la voz, y además supone la causa más frecuente de baja laboral. Pero no son los únicos. El 15% de los españoles sufre algún trastorno vocal que requiere la intervención de un especialista, según datos de la Seorl. La franja de edad en la que estos procesos son más frecuentes se sitúa entre los 25 y los 45 años de edad, y se muestra ligeramente superior en la población femenina.

Como apunta el doctor Carlos Suárez, presidente de la Seorl, el término disfonía es el empleado de modo genérico para definir cualquier problema de la voz: "Las más frecuentes son las de tipo funcional, en cuyo caso no se identifica ninguna lesión anatómica en los órganos fonatorios. Las disfonías funcionales aparecen por el abuso y el mal uso vocal, como hablar demasiado y en tono elevado, gritar, carraspear y toser en exceso, forzar la vocalización, beber alcohol sin moderación e inhalar humo, polvo y otros elementos irritantes".

Por el contrario, las disfonías llamadas orgánicas suponen la existencia de una lesión en los órganos fonatorios, especialmente nódulos y pólipos. Según el doctor Ignacio Cobeta, secretario de la Seorl, la patología benigna más diagnosticada en relación a las cuerdas vocales es la presencia de nódulos. Se observa hasta en el 24% de los casos registrados, predominantemente en las mujeres y entre la segunda y quinta décadas de la vida. En los hombres, sin embargo, son más comunes los pólipos, en una proporción de cuatro a uno con respecto a las féminas, y aparecen generalmente entre los 30 y los 60 años.

"Las disfonías", apunta el doctor Cobeta, "también pueden ser de origen traumático, producidas por accidentes de tráfico y golpes con objetos punzantes, así como por procedimientos médicos, como tubos nasogástricos permanentes o intubación intracraneal. Algunas son de origen psicógeno; esto es, motivadas por trastornos psicológicos o procesos emocionales, como neurosis, respuesta al miedo, llanto incontrolable, comportamientos hipocondriacos, etcétera".

Como sugieren los dos expertos consultados, cuando una persona sufra un trastorno de la voz, mantenido durante más de 15 días o de aparición recurrente, es conveniente que acuda al especialista en otorrinolaringología, que es el que está capacitado para establecer el diagnóstico y tratamiento más adecuados.

Para el doctor Suárez, el abordaje terapéutico de las disfonías se asienta sobre tres pilares: la medicación, la rehabilitación y la cirugía. "Es importante", añade, "trabajar con equipos multidiscipinares, que incluyan logopedas, profesores de canto e incluso psicólogos. En los últimos años ha habido grandes avances en los recursos diagnósticos y terapéuticos. Conocemos mucho mejor que antes la anatomía de las cuerdas vocales y la fisiopatología de sus vibraciones. Todo ello conduce a diagnósticos más precisos, y a tratamientos, aunque sean quirúrgicos, cada vez más conservadores".

En palabras del doctor Cobeta, los niños en edad escolar son especialmente vulnerables a las disfonías, porque tienden a gritar y a forzar constantemente la voz. En el caso de los mayores de 65 o 70 años, puede aparecer presbifonía, que se caracteriza por pérdida de aire al hablar, frases cortas y entrecortadas, falta de potencia y ligero temblor en la voz. Este problema tiene el mismo significado que la llamada presbiacusia o pérdida de la capacidad auditiva debido a la edad. Ambos procesos suelen causar daños en la autoestima de los ancianos y conducirles a situaciones de aislamiento.

¡Ojo! No hable más de la cuenta

La Sociedad Española de Otorrinolaringología ha elaborado 10 recomendaciones para cuidar la voz, y prevenir así la aparición de problemas.

Evitar el ruido ambiental. Obliga a hablar con un volumen más elevado y a forzar las cuerdas vocales. Peores son las consecuencias si además hay humo y se ingiere alcohol.

No hablar por encima de nuestras posibilidades. Cada persona tiene una capacidad de resistencia al habla, que depende de sus características y del entrenamiento. Se aconseja no hablar más de cuatro horas al día ni cantar más de dos.

Utilizar bien los recursos vocales. Es necesario hablar no agotando todo el aire de los pulmones. Si se notan las venas del cuello, significa que gritamos o que se agota el aire de los pulmones.

No fumar. El humo del tabaco es un gran agente irritante y produce sequedad de garganta. Más de cinco cigarrillos al día provocan una metaplasia (eventuales alteraciones) de la mucosa.

Mantener una buena hidratación. Las cuerdas vocales necesitan estar bien lubricadas con una delgada capa de moco para poder vibrar eficientemente. El mejor líquido para hidratarlas es el agua. Se recomienda beber al menos 1,5 litros diarios.

Dormir y evitar gritos y tensiones psicológicas. Dormir menos de seis horas al día predispone a sufrir lesiones en las cuerdas vocales. Los gritos son responsables de la aparición de disfonías y nódulos. Igual sucede con la tensión psicológica, que aumenta la contracción de las cuerdas.

Evitar la tos y el carraspeo. Aclarar a menudo y con fuerza la garganta y toser insistentemente ejercen una acción traumática sobre las cuerdas. La mejor manera de aclarar la garganta es respirar profundamente, al tiempo que se produce una H (letra hache) silenciosa y forzada mientras se exhala el aire.

Hablar poco con laringitis. Con la inflamación de las vías respiratorias superiores (catarros) se genera una congestión de la mucosa de las cuerdas que puede producir hemorragias y otras lesiones estructurales al usar la voz, incluso en tiempos limitados.

Buena salud, ejercicio y alimentación equilibrada. Un buen estado de salud facilita una mayor resistencia al esfuerzo vocal. Una dieta equilibrada y ejercicio moderado aumentan la capacidad pulmonar.

Acudir al otorrinolaringólogo. Las alteraciones de la voz que se prolongan durante más de 15 días suelen reflejar una alteración estructural de las cuerdas vocales, que puede incluso conducir a la aparición de neoplasias malignas (cáncer glótico). Consulte al especialista en estos casos.

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