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El futuro del País Vasco

Imaz rechazó una propuesta de Otegi para una consulta en Navarra y Euskadi en 2011

El portavoz de Batasuna se reunió con el presidente del PNV tres veces entre enero y marzo

Luis R. Aizpeolea

El portavoz de Batasuna, Arnaldo Otegi, planteó al presidente del PNV, Josu Jon Imaz, una consulta conjunta en Navarra y Euskadi para 2011 en el primero de los tres encuentros que mantuvieron entre enero y marzo. Imaz rechazó la propuesta de Otegi.

Tras el atentado de Barajas, en el que ETA asesinó a dos ciudadanos ecuatorianos, el portavoz de Batasuna anunció, el 15 de enero, un "período de reflexión". En ese contexto se produjeron los encuentros de Imaz y Otegi, que se zanjaron sin ninguna consecuencia porque la propuesta del portavoz de Batasuna coincidía con la que bloqueó las conversaciones que los partidos vascos desarrollaron entre septiembre y noviembre, con participación de la izquierda abertzale, dentro del proceso del fin dialogado del terrorismo.

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Estos últimos encuentros entre Batasuna y el PNV confirmaron al líder de este partido que Batasuna sigue dependiendo de ETA. De modo que el PNV, junto con el Partido Socialista de Euskadi (PSE) y las restantes formaciones nacionalistas vascas -Eusko Alkartasuna y Aralar-, han decidido intensificar su presión sobre Batasuna para que rechace la violencia con el aviso de que "nunca más condicionará el calendario político vasco". El PNV dedicó sus reuniones de febrero y marzo con Batasuna a tratar cuestiones metodológicas, y no descartan volver a reunirse tras las elecciones para seguir tratando estas cuestiones de método.

El PNV y el PSE quisieron incorporar a Batasuna a un acuerdo sobre el marco político de Euskadi dentro del proceso del fin dialogado del terrorismo. Una vez roto este proceso tras el atentado de Barajas, y al no rechazar Batasuna la violencia, el Gobierno trata de impedir que concurra a las elecciones por la aplicación de la Ley de Partidos. A su vez, el PSE, el PNV y las restantes formaciones nacionalistas advierten a Batasuna de que ya no le esperarán para tomar iniciativas políticas. El dirigente del PNV, Iñigo Urkullu, dijo ayer: "Si Batasuna no se aleja de ETA, el resto de los partidos tendremos que tirar por otro camino". Con ello se suma a lo dicho por Imaz y el lehendakari Juan José Ibarretxe.

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La Moncloa sigue con interés estos movimientos de presión de las formaciones nacionalistas vascas sobre Batasuna. Más aún partiendo de la base de que los nacionalistas vascos discrepan de la Ley de Partidos, que el Gobierno utiliza para dejar fuera de las elecciones a Batasuna al no rechazar la violencia.

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, considera esta posición del PNV y de las demás formaciones nacionalistas un "factor básico e inédito" que "marca un final mucho más favorable" de esta tregua de ETA respecto a las anteriores. Rubalcaba, que mantiene estrecho contacto con Imaz, comparte el análisis del dirigente nacionalista vasco sobre el futuro de ETA y Batasuna. Coincide con Imaz en que ETA puede regresar a la violencia en las próximas semanas con la coartada de que Batasuna no ha podido concurrir a las elecciones y puede tener capacidad para matar. Pero también que ese paso supondría su final, con una agonía que Imaz sitúa en tres o cuatro años. Asimismo, comparten que Batasuna sufriría una fuerte convulsión que la dejaría fuera del juego político y que su espacio podrían ocuparlo otras formaciones nacionalistas.

El ministro del Interior cree que "la política antiterrorista contra ETA se juega sobre todo en el País Vasco, con el aislamiento que están sometiendo las formaciones nacionalistas vascas a ETA y Batasuna, algo que el PP parece desconocer". Rubalcaba ha tenido en cuenta la necesidad de contar con el apoyo del nacionalismo democrático en el diseño de su política antiterrorista. Así, la muerte del etarra De Juana Chaos en la cárcel por huelga de hambre -además de las consideraciones éticas, judiciales y penitenciarias- hubiera sido un obstáculo para que el nacionalismo democrático hubiera seguido manteniendo posiciones tan firmes contra ETA y Batasuna, según fuentes socialistas. "El Gobierno quitó a Batasuna argumentos victimistas de los que siempre ha aprovechado para no condenar la violencia", añaden.

[El líder del PSE, Patxi López, advirtió ayer a Batasuna de que no saldrá "de la marginación en la que ellos mismos se han metido hasta que no rechacen la violencia y acepten las leyes del sistema democrático", informa Efe].

El líder del PSE, Patxi López (izquierda), y el del PNV, Josu Jon Imaz, durante una entrevista que mantuvieron en julio del año pasado.
El líder del PSE, Patxi López (izquierda), y el del PNV, Josu Jon Imaz, durante una entrevista que mantuvieron en julio del año pasado.SANTOS CIRILO

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