_
_
_
_
_
Reportaje:

Sacyr busca complicidad en Eiffage

Asegura que no va a destruir empleo y que la gestión será francesa

Sacyr, en vísperas de su segundo asalto al Consejo de Administración de la constructora Eiffage, sociedad en la que participa con un 33,2% del capital, salió el viernes al paso de los temores expresados 24 horas antes por el sindicato europeo de la compañía francesa a un posible control español de la sociedad.

Sacyr, que ha puesto como prueba de su filosofía en pro de la creación de empleo y del mantenimiento de los gestores de las empresas en las que entra su experiencia anterior con la inmobiliaria Vallehermoso y la constructora portuguesa Somague, ha afirmado en un comunicado que "considera a la plantilla de Eiffage un elemento fundamental para el futuro de la compañía y quiere ser un aliado de ella para el potenciamiento de Eiffage en beneficio de todos los empleados y accionistas". Reafirma además que esta constructora y sus gestores deben seguir siendo franceses.

La entrada en Eiffage de Luis Portillo (2%) y de la manchega Rayet (4,21%) ha desatado una ofensiva contra los 'conquistadores' españoles

El presidente de la francesa Eiffage, Jean-François Roverato, se apoyó el jueves en las centrales sindicales de la empresa para defenderse del plan de Sacyr que quiere lograr una mayoría de votos en la próxima junta del miércoles, 18 de abril, para romper el veto que le impide entrar en el consejo. En una declaración conjunta, las centrales sindicales pidieron a los accionistas de Eiffage que "se opongan firmemente a toda oferta pública de adquisición de acciones (OPA) que no incluya compromisos firmes' sobre el futuro del grupo". Lo firmaron cinco centrales sindicales francesas (CGT, CFDT, FO, CFTC y CFE-CGC), dos belgas (FGTB y CSC-BI), dos españolas (CC OO y UGT), una alemana (IG-BAU), una italiana (CISL) y una luxemburguesa (OGB).

La reciente entrada del promotor Luis Portillo en Eiffage con cerca de un 2% del capital y su posible alianza tras las bambalinas con Sacyr ha provocado la virulenta respuesta de los sindicatos. Rechazan una eventual OPA y acusan a la española de querer trocear la empresa.

Con el 33,2% que tiene Sacyr, cerca del tope que obliga a lanzar OPA, y el 4,21% que acaba de comprar la inmobiliaria manchega Rayet "más que nunca el futuro del grupo Eiffage es incierto", dicen los sindicatos.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_