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Reportaje:

Ence multiplica sus papeles

El grupo desdobla en cinco su acción, amplía capital y adelanta inversiones del plan 2007-11

A veces los árboles si dejan ver el bosque. Los directivos y mayores accionistas de Ence, aunque su compañía ganó un 21,8% menos en 2006 que el año anterior, se muestran satisfechos de la marcha de la compañía y del futuro que les aguarda con la luz verde a su planta de celulosa en Uruguay y el negocio de la biomasa. El grupo, que ha adelantado su plan de inversiones 2007-2011, ha aprobado recientemente un desdoblamiento en cinco de cada una de sus acciones, una ampliación de capital de 4.590 millones y un plan de incentivos para sus directivos en función de la creación de valor.

El reto, dicen en Ence, "es convertirse en empresa global y en líder mundial con la entrada desde Uruguay en los mercados chino e indio"

El rally de compras en Bolsa que mantienen Alberto Cortina y Alberto Alcocer con el presidente de Ence, Juan Luis Arregui, por el puesto de primer accionista del grupo (en los primeros días de marzo Arregui desplazó a sus socios al ampliar al 19,56% su participación y en la última semana del mes éstos recuperaron la primacía al elevar al 20,086 su cartera); la fuerte revalorización que arrastran las acciones del grupo (en torno al 19% desde enero); y un plan de incentivos variables para compartir con los directivos un 5% de la creación de valor que genere el desarrollo del plan estratégico 2007-2011 son, según explican fuentes de la empresa, buena muestra "de la confianza que tenemos accionistas y gestores en el futuro de nuestros negocios".

La junta general de accionistas debió hacer suyo este planteamiento y aprobó, hace unos días y pese a los agridulces resultados de la empresa en 2006, el reparto de un dividendo de 0,84 euros por título, lo que supone un incremento del 15% respecto a 2005, así como un split (desdoblamiento) de sus acciones y de su valor nominal a razón de cinco títulos por cada uno de los que hoy se negocian a partir del 26 de abril y también una ampliación de capital por importe de 4.590 millones de euros para dotar al valor de mayor liquidez en Bolsa. La junta refrendó también la entrada como consejeros independientes del periodista y profesor Gustavo Matías y del exconsejero delegado de Telefónica, Fernando Abril Martorell.

Los últimos resultados, sin embargo, no han sido brillantes. Ence redujo su beneficio neto hasta los 50,05 millones de euros en 2006, un 21,8% por debajo de los que tuvo en 2005, debido a las provisiones de saneamiento del inmovilizado y a medidas de rejuvenecimiento de plantilla. Las ventas totales mejoraron un 9% hasta los 623,3 millones y las de celulosa un 12,5% hasta los 490,8 millones. Ence invirtió 87,4 millones de euros en el ejercicio y cerró 2006 con una deuda de 153 millones.

Los gestores de Ence hicieron hincapié, al presentar estos resultados, en que la reestructuración del grupo está dando ya sus frutos y en que hoy, sólo cinco meses después de la aprobación del plan estratégico 2007-2011, ya se han comprometido en España el 53% de las inversiones previstas en el mismo, en total 260 millones de euros, que entrarán en funcionamiento entre abril y noviembre de 2008. Destacaron también que en Uruguay ya se ha decidido la reubicación de la planta de celulosa prevista, que es una de las grandes apuestas de futuro del grupo, que ahora va a construirse en Punta Pereira. Un emplazamiento menos conflictivo con el medioambiente y más rentable para la producción de celulosa.

Modelo global propio

Respecto a los objetivos de eficiencia marcados en el plan estratégico, siempre según Ence, las medidas adoptadas en los últimos meses para integrar en una la gestión de las distintas divisiones de la compañía ha permitido obtener ya un ahorro de costes equivalente a 21 millones de euros anuales (el objetivo es elevar este ahorro a 36 millones a final de diciembre).

El plan estratégico cuya meta es duplicar la producción de celulosa y conseguir un resultado bruto de explotación de más de 300 millones de euros en 2011, además de triplicar de aquí a 2009 la producción eléctrica con biomasa, y la planta uruguaya, son las claves de la metamorfosis que vive Ence, que salvo en sus siglas, poco tiene que ver, en palabras de su presidente, con la empresa estatal que la originó hace más de medio siglo. La apuesta hoy, dicen en el grupo, es convertir Ence en una empresa global y llevarla al liderazgo con la entrada desde Uruguay en los mercados de China e India.

"Nos diferenciamos de otras empresas en que afrontamos el reto de la globalización con un modelo más seguro y original, basado en una mínima externalización y deslocalización", señalan fuentes del grupo. "Mientras otras segregan actividades", agregan, "Ence sigue apostando por sus cuatro fuentes de negocio, queriendo convertirse en líder mundial de la producción de la nueva energía medioambiental generada por biomasa y en la producción de pasta de papel basada en tecnologías limpias, pero al mismo tiempo incrementando la gestión de sus más de 200.000 hectáreas de bosques en propiedad". "Y todo ello sin reducir la producción en España", concluyen.

Planta de celulosa del grupo Ence a orillas de la ría de Pontevedra.
Planta de celulosa del grupo Ence a orillas de la ría de Pontevedra.

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