_
_
_
_
_

España contará con uno de los cuatro centros europeos de computación de altas prestaciones

No quedar por detrás de Estados Unidos y Japón en la carrera científica significa contar con las máquinas de supercomputación más avanzadas, capaces de realizar complejas simulaciones informáticas en muy corto espacio de tiempo, en ámbitos como la biomedicina, el clima o la aviación. El próximo martes, representantes de 15 países europeos, entre ellos España, firmarán en Berlín el convenio para la Colaboración para la Computación Avanzada en Europa (PACE, en sus siglas en inglés), que prevé la construcción de cuatro grandes supercomputadores de altas prestaciones que estarán interconectados para facilitar el trabajo de los investigadores.

El Centro Nacional de Supercomputación de Barcelona (BSC) es el representante español y previsiblemente albergará en tres o cuatro años una de estas cuatro máquinas, afirma su director, Francesc Subirada. El BSC, creado por el Gobierno español, la Generalitat y la Universidad Politécnica de Cataluña, cuenta con el supercomputador Mare Nostrum, el más rápido de Europa y quinto del mundo, con 94,21 Teraflops (billones de cálculos por segundo).

En los próximos dos años y medio, PACE realizará las propuestas definitivas. Se espera que los futuros equipos de esa red sean 100 veces más potentes que el Mare Nostrum, explica Subirada. La infraestructura y su mantenimiento requerirá centenares de millones de euros, a cuenta del 7º Programa Marco de Investigación y Desarrollo Tecnológico. El informe publicado en otoño de 2006 por el Forum Estratégico Europeo de las Infraestructuras de Investigación apoya la creación de una infraestructura de supercomputación de alta capacidad.

Los miembros de PACE representan a los Estados de Alemania, España, Finlandia, Francia, Grecia, Holanda, Irlanda, Italia, Noruega, Polonia, Portugal, Reino Unido, Suiza y Turquía. También cuenta con el soporte de la Fundación Europea de Ciencia. La firma será presidida por la ministra alemana de Investigación y Educación, Annette Schavan, y el director de Infraestructuras y Tecnologías Emergentes de la CE, Ulf Dahlsten.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_