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Reportaje:Vela Copa del América

Se subasta un puesto de tripulante

Puja por una plaza de regatista en el Desafío para financiar una aldea en Mozambique

Juan Morenilla

¿Quiere usted participar en la Copa del América y navegar como si fuera un tripulante más a bordo del Desafío Español? Pues ahora ya puede. A cambio, eso sí, de un buen puñado de euros. La Fundación Mozambique Sur, en colaboración con la asociación Casa do Galato, ha organizado una innovadora puja benéfica en la que el producto subastado es la plaza de tripulante 18 a bordo del Desafío Español para la regata del 1 de mayo. El dinero será destinado a instalar el tendido eléctrico en la aldea de Mahanhne, en la que 5.000 personas viven en chabolas en condiciones de pobreza extrema.

La subasta comenzó el día 11 de este mes con un precio de salida de 20.000 euros. El primer postor, la empresa LDC Administrador de Fincas, de Alicante, elevó la puja a los 21.000 y la recaudación ha ascendido hasta los 26.500 de un pujador desconocido. "No podemos decir todavía quién es", explica Blanca Entrena, presidenta de la Fundación. La subasta se cerrará el próximo día 23. Los interesados pueden ofrecer sus inversiones mediante correo postal (Apolonio Morales, 19, Madrid) o electrónico (info@fundacionmozambiquesur.org).

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"La gente de Mahanhne no conoce la Copa del América, pero tendrá electricidad gracias a ella", cuenta Blanca. "La vida allí se acaba cuando se oculta el Sol. Estamos trabajando en la formación de adultos, allí chicos y chicas de 18 a 21 años. Son los niños de la guerra que no tuvieron escuela donde estudiar y no tienen ni DNI. Tenemos que empezar por identificarles. Ayudamos a que tengan becas. La mayoría son mujeres con hijos y van a la escuela por la tarde, cuando acaban sus trabajos. Pero sin luz no podemos estudiar y en el centro de salud no tenemos ni nevera. Durante el día la temperatura es de más de 40 grados y no tenemos medicinas para vacunarles", añade. "Queremos que puedan trabajar de día y estudiar de noche", apunta Agustín Zulueta, director general del Desafío.

Una parte de la tripulación del equipo español había colaborado hace unos años en la construcción de un pozo en la aldea. "Y se quedaron enamorados", recuerda Blanca. "La primera vez que me llamaron del Desafío Español no sabía ni lo que era. Me ofrecieron una plaza de tripulante. '¿Y cómo se subasta eso? ¿Cómo lo convierto en algo útil para Mozambique?', me pregunté. Me suelen llamar para donar zapatillas de deporte o latas de atún, pero nunca una plaza de tripulante. Nos acercamos a un grupo de personas al que nunca pensábamos llegar. Hasta he aprendido cosas de las regatas", agrega la presidenta.

El Desafío organizará una cena benéfica el 14 de junio si no se recauda lo suficiente mediante la subasta. Los aspirantes a convertirse en regatista de élite por unas horas siguen pujando.

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Sobre la firma

Juan Morenilla
Es redactor en la sección de Deportes. Estudió Comunicación Audiovisual. Trabajó en la delegación de EL PAÍS en Valencia entre 2000 y 2007. Desde entonces, en Madrid. Además de Deportes, también ha trabajado en la edición de América de EL PAÍS.

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