_
_
_
_
_
Reportaje:

Arde Puerto Real

Las relaciones entre la dirección y los trabajadores, que amenazan con una huelga de hambre, se han deteriorado progresivamente

Las máquinas de la factoría de Delphi en Puerto Real ya no trabajan como en sus mejores tiempos. El presidente de comité de empresa, Antonio Pina, recuerda casi con nostalgia los momentos en los que las cadenas de montaje obligaban a una labor constante. "Se hacían hasta 2.800 transmisiones en un día", apunta. Era casi un espectáculo ver a los obreros en medio de aquel rítmico y duro proceso. "En Puerto Real siempre ha habido muchos números uno. Aquí nos llegaban problemas de otras factorías que sólo podíamos solucionar nosotros". Pina defiende la alta especialización de la plantilla, amenazada ahora por el fantasma del paro.

Desde el pasado 22 de febrero, fecha en la que la dirección del grupo comunicó el cierre, la actividad ha descendido considerablemente. Según fuentes sindicales, la materia prima se agotará esta semana. Ya se han perdido algunos contratos con varias empresas de automoción y la producción se ha paralizado en algunos departamentos. De ahí que el comité estudie concentrar los tres turnos de trabajo -mañana, tarde y noche- en uno solo o en un máximo de dos para estirar el trabajo el máximo tiempo posible. La dirección de Delphi ya ha advertido de que esta medida es "ilícita" y que podrían llegar medidas disciplinarias.

Más información
Ha nacido un líder obrero

Las relaciones entre los directivos y los trabajadores se han encrespado en los últimos días. Al gerente de la planta, Gonzalo Herrera, los trabajadores le hacen pasillos mientras le recriminan en su cara el cierre de la planta. "Yo le he dicho que no venga a la empresa. Que deje de provocar. Pero no hace caso", explica el presidente del comité. La pasada semana el coche que usa el gerente, propiedad de la empresa, apareció con las ruedas pinchadas. Sólo un día después ardió en los garajes de la factoría.

En Delphi se cobra el día 15 de cada mes. Pero la nómina de mayo aún no está garantizada. Pina presume de que los trabajadores "han dado ejemplo" en sus protestas. Han sido moderadas y el trabajo ha continuado. Cuando no haya faena, seguirán en la fábrica. "Limpiaremos las máquinas para su hibernación y no nos moveremos mientras no haya una solución", anuncia. El último punto del calendario de movilizaciones se llama huelga de hambre masiva.

Protesta de los trabajadores de Delphi en una de las carreteras cercanas a la factoría de Puerto Real.
Protesta de los trabajadores de Delphi en una de las carreteras cercanas a la factoría de Puerto Real.J. M.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_