Un especial de Cuatro desmonta 'la teoría de la conspiración'

11-M, la derrota de los embusteros es el título del especial que ofrecerá esta noche (0.05) Cuatro, presentado por Iñaki Gabilondo y elaborado por los Servicios Informativos de la cadena. En él se analizan los aspectos más destacados del juicio por el atentado más sangriento de la historia de España, además "de esclarecer los hechos y demostrar que la famosa teoría de la conspiración no tenía sentido", según Gabilondo.

Un encuentro con la justicia en torno al drama del 11-M. Éste es el objetivo que persigue "este reportaje extraordinario", como lo define Iñaki Gabilondo, que desde la sala especial de la Audiencia Nacional en la Casa de Campo de Madrid repasará los casi tres meses del macrojuicio, que empezó el 15 de febrero, por la matanza en la que murieron 191 personas. En la vista, presidida con mano de hierro por el magistrado Gómez Bermúdez, hay al menos tres aspectos que han quedado suficientemente demostrados, gracias a las decenas de testimonios: que los explosivos que causaron la masacre salieron de la mina Conchita (cerca de Oviedo), que no se ha podido hallar la más mínima participación de ETA y, especialmente, que en los dos últimos años del Gobierno de Aznar los servicios de seguridad recogieron reiterados indicios sobre preparativos terroristas de grupos islamistas.

Testimonios y datos incuestionables que dejan en evidencia las mentiras de los dirigentes del PP y de algunos medios de comunicación empeñados en insistir, contra viento y marea, en la llamada teoría de la conspiración. Junto a imágenes de la vista en la Audiencia Nacional, de todo lo ocurrido entre el 11 y el 14 de marzo de 2004 y de la comisión de investigación del Congreso sobre el 11-M, el equipo de Cuatro ha recorrido de nuevo algunos de los escenarios donde se desarrollaron los trágicos acontecimientos.

Las mentiras del PP

El de los explosivos es uno de los asuntos que la investigación sumarial y el propio juicio han establecido con claridad, tras muchos meses en los que se han llegado a manejar todo tipo de teorías. El reportaje cuenta cómo la dinamita que explotó en los trenes salió de la mina asturiana y cómo fue a parar a manos de los terroristas, en una cadena en la que estuvieron implicados delincuentes que además eran confidentes de las fuerzas de seguridad del Estado.

El reportaje reconstruye la secuencia de acontecimientos entre los atentados y las elecciones del 14 de marzo. Y lo hace a partir de las declaraciones de los responsables policiales en aquellos momentos, cuyo contenido demuestra las mentiras del Gobierno del PP, empeñado en alimentar la idea de que la banda terrorista ETA era la autora de la masacre, o al menos estaba relacionada con ella.

Por último, 11-M, la derrota de los embusteros muestra cómo las fuerzas policiales, durante el gobierno de José María Aznar y con Angel Acebes como ministro del Interior, fueron siempre por detrás en la prevención de una acción de las características del 11-M. Desde la infravaloración de la amenaza islamista hasta seguimientos a terroristas o intervenciones de sus comunicaciones telefónicas no concluidas, por negligencia o por falta de recursos, o por una combinación de ambos factores.