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CAMBIO CLIMÁTICO | VITORIA | Elecciones 27M

La "ciudad sostenible" sucumbe al ladrillo

Vitoria, la ciudad referente en el crecimiento sostenible, con un anillo verde alrededor que incluye parques y humedales protegidos por la UE, ve amenazado su futuro por el hormigón. Pese a contar con 14 metros cuadrados de zona verde por persona y un árbol por cada dos vecinos, en la ciudad se ha levantado en el último lustro una vivienda por cada nuevo habitante. Entre 2001 y 2005, la población ha pasado de 220.254 personas a 229.080; y se han construido 10.683 viviendas. Una expansión desmesurada.

La conformación de este municipio sostenible es un trabajo con más de 25 años de experiencia. De ahí que, por ejemplo, el rendimiento de su red de agua sea uno de los más altos de Europa, con un 87% de agua que llega correctamente a su destino, un sistema de reciclaje de basuras en el que el 25% de los residuos no llegan al vertedero o un sistema de alquielr de bicicletas con 30.000 préstamos al año. Quizás por esto, en 2005 fue la única ciudad española invitada por la ONU a San Francisco junto a otras 50 para firmar la Declaración de ciudades verdes que obliga a adoptar una serie de ambiciosos compromisos como no llevar ni un kilo de basura a vertederos en 2040. En los últimos siete años, Vitoria ha recibido 16 premios de medio ambiente.

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El reto es mantener esta calidad de vida ante la expansión sin fin al este y al oeste, en los nuevos barrios de Salburúa y Zabalgana. La pregunta es: ¿Hacían falta tantas viviendas en una ciudad que apenas crece en población? Sí, si se atiende a la demanda de vivienda. "Cuando llegamos al Ayuntamiento, hace ocho años, había una lista de espera para vivienda de protección oficial de 17.000 personas", recuerda Jorge Ibarrondo, concejal de Urbanismo (PP).

Estas razones son ciertas, pero también hay quien afirma que no hay que confundir demanda con necesidad. "Quien necesita la vivienda en Vitoria son los jóvenes que no pueden acceder a pisos usados por un problema de precio y tienen que acudir a nueva vivienda de protección; es algo que ocurre en toda España y está provocando problemas urbanísticos graves", explica Ramón López de Lucio, catedratico de Urbanismo de la Universidad Politécnica de Madrid.

Vitoria crece sin parar, hasta duplicar su extensión urbana en los últimos 15 años. Y se puede apreciar cómo su degradación pasa por un diseño urbano excesivamente disperso: la baja densidad de vivienda por hectárea conduce a una ciudad fantasma. Hasta el Centro de Estudios Ambientales (CEA) del Ayuntamiento apuesta por cambiar este diseño, donde más del 50% de la superficie de las nuevas urbanizaciones corresponde a espacios públicos, equipamientos y zonas verdes.

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La ambición por expandir la ciudad continúa y supera esas buenas intenciones públicas de facilitar vivienda. Los informes del CEA así lo reconocen. "Estamos en actitud de alerta, porque la urbe comienza a llegar al anillo verde y hay pocas ciudades en Europa con humedales como Salburua o bosques como Armentia en sus inmediaciones".

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