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Utilización de los medios

El llamado caso Veiret nunca hubiera sido lo que fue de no haber mediado la colaboración de algunos medios de comunicación, que creyeron a pies juntillas desde el principio a una presunta víctima que no sólo ocultó la realidad de los hechos, sino que faltó a la verdad. Ese es, al menos, el parecer de la juez que ha quedado reflejado en el auto de archivo definitivo.

La magistrada Maria Josep Feliu reconoce sin ningún rubor que se enteró por la prensa de muchos detalles del caso, aunque algunos resultasen ser falsos, por las filtraciones que realizó el supuesto perjudicado. "Se pudo determinar el alcance de los hechos realmente acontecidos" cuando tomó declaración al denunciante, cuando los Mossos d'Esquadra empezaron a investigar los hechos y "todo ello con la inestimable ayuda y colaboración de la información facilitada por los medios de comunicación, que disponían de más datos -reales o no- que el propio juzgado que conocía de la causa", dice la juez. Por si había alguna duda del origen de las filtraciones, la magistrada remata que todo eso sucedió "olvidando la parte acusadora que toda diligencia de instrucción, per se, tiene el carácter de secreta".

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