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Reportaje:Elecciones 27M

Los datos se comen las ideas

Alberto Ruiz-Gallardón, Miguel Sebastián y Ángel Pérez, candidatos a la alcaldía, protagonizan en Telemadrid un debate de bajo nivel ideológico enmarañado por el abuso de cifras y gráficos

Si hace menos de una semana Nicolás Sarkozy y Segolene Royale, candidatos a la presidencia de Francia, hicieron una exhibición de habilidades oratorias como políticos cargadas de ideología, ayer ocurría todo lo contrario en los platós de Telemadrid. A las 21.30, Ángel Pérez (IU), Miguel Sebastián (PSOE) y Alberto Ruiz-Gallardón (PP) se veían las caras detrás del atril. Era el primer gran debate electoral entre los tres contendientes al Ayuntamiento de Madrid.

Sebastián: "[Gallardón] no hace lo que anuncia y oculta lo que hace... Ocultó la deuda de la M-30, los parquímetros, que iba a talar miles de árboles..."
Pérez: "Propongo un pacto a tres por la mejora de la calidad de vida de los madrileños con independencia del color del Gobierno".
Gallardón: "Que haya un bipartito y la alternativa de ellos dos (PSOE e IU) es incompatible. Ha llevado el caos a otras regiones".
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Pero lo de gran debate se quedó en pobre debate. Como ya ocurrió otros años, las ideas se perdieron en un maremágnum de cifras. Mientras los candidatos del PP y PSOE se enzarzaban en una guerra de gráficos y números, intentando demostrar su preocupación por los ciudadanos madrileños, sólo el aspirante de IU tenía un discurso asequible y más claro ideológicamente. Si la vida fuese cuestión de actitud ayer había tres modelos claros: Pérez era el hombre campechano; Sebastián el hombre de cera; y Gallardón el sobrao.

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El debate tenía un formato con cuatro bloques temáticos: Hacienda Economía y Empleo; Infraestructura y Movilidad; Seguridad y Servicios Sociales y Modelos de Ciudad. Cada candidato contaba con dos minutos en una primera ronda y uno, en la segunda. Los candidatos de la izquierda atacaron fundamentalmente la gestión de los últimos cuatro años de su rival. La estrella, lógicamente, de esas críticas fue la reforma de la M-30 y su consecuente deuda.

Gallardón se defendió resaltando las ventajas de su obra faraónica, argumentando que era el "mayor proyecto de reequilibrio medioambiental de Europa". De reequilibrar hablaron también los otros dos candidatos, pero refiriéndose a los enormes desequilibrios entre distritos: "La diferencia de renta per cápita entre la periferia y el centro de la capital equivale a la que existe entre Europa y África", dijo Miguel Sebastián. Según Pérez serían necesarios 2.500 millones, "que el ayuntamiento no tiene" para solucionar el problema.

Pérez, por su parte, fue el candidatoq ue más se atuvo al minutado impuesto. Sin exhibir ningún lapsus y con un enunciado claro y fluido, empleó las cifras de forma más comedida y enunció más ideas. Abogó porque la M-30 debiera haber sido financiada no sólo por los madrileños, sino también por otras administraciones.

En medio del baile de cifras y gráficos protagonizado por los aspirantes del PP y del PSOE, hubo también tiempo para ponerle nombres y apellidos a los problemas. La estrategia corrió a cargo de Sebastián que, ni corto ni perezoso, sacó a relucir los recibos del IBI de Julio Novillo, un vecino de Vallecas que cobrando la pensión mínima, ha pagado 66 euros más al año en esta legislatura. El propio Sebastián quiso darle los recibos a Gallardón en mano durante el debate, pero el alcalde, en un gesto de desdén, rehusó cogerlos con el argumento de que se los debía dar al moderador para que los viesen los dos candidatos. Sebastián se quejó después del tiempo perdido por el desplazamiento hasta el lugar del moderador.

Gallardón, en su turno de palabra, se defendió diciendo que "el Gobierno socialista al que perteneció el señor Sebastián es el culpable de la subida del IBI". La discusión se prolongó de turno en turno sin que el espectador pudiese discernir a quién achacar la subida del citado impuesto.

A partir de ese momento, en el que quedaron más o menos claras los derroteros que iba a tomar el debate, Gallardón centro sus ataques en Sebastián, a quien intentó desacreditar por su falta de experiencia como político y aludiendo reiteradamente a su estancia en Estados Unidos, a sus despachos en el BBVA y en la Oficina Económica del Presidente. E insistió en repetidas ocasiones en que desconocía la realidad madrileña porque tenía datos erróneos. "Tiene usted una falsa concepción del debate, como si esto fuese un guión que alguien le ha escrito, pero me temo que quien se lo ha escrito tampoco estaba en Madrid", le acusó Gallardón. Por su parte, Sebastián basó todos sus argumentos en la idea de que el alcalde "no hace lo que dice y oculta lo que realmente hace, como la deuda de la M-30, los parquímetros, los miles de árboles talados en Madrid...".

Y Pérez a lo suyo. Dijo que no iba a prometer bajar los impuestos y aumentar el gasto social. "Propongo un pacto de los tres candidatos aquí presentes por la mejora de la calidad de vida de los madrileños con independencia del color del gobierno de turno".

El debate subió de temperatura casi al final. Gallardón no cesó de provocar a Sebastián aludiendo a su paso por la Oficina Económica del Gobierno -el PP le acusa de perjudicar desde allí al BBVA-, el candidato socialista habló de una ciudad de la ciencia en Vallecas, otra de los conocimientos en Vicálvaro y un oceanográfico en Villaverde.

Gallardón cuestionó en repetidas ocasiones a Sebastián sobre lo que ha hecho el Gobierno central para Madrid. Además, el actual alcalde aseguró que quien ha subido el IBI ha sido el PSOE desde que llegó al Gobierno. El socialista replicó al alcalde: "En los últimos cuatro años ha multiplicado por dos las tasas municipales", y afirmó que "cada familia madrileña paga ahora 3.000 euros más al año en impuestos de lo que pagaba hace cuatro años".

El dirigente de IU indicó que el Ayuntamiento tiene que impulsar el empleo de calidad y para ello sugirió que la administración local negocie sus servicios municipales con compañías que fomenten "la estabilidad laboral, que tengan plan de prevención, y además contraten jóvenes de menos de 30 años, mujeres y parados de larga duración". "En Madrid se está creando empleo, pero precario".

Sebastián continuó con sus acusaciones directas hacía el candidato popular: "A ustedes no le preocupan las personas", afirmó. El alcalde acusó a Sebastián de no conocer ni a los actuales concejales socialistas. Y le recitó la intervención de edil Cándido Fernández, que manifestó unas semanas antes que el programa de Sebastián era irrealizable por su alto coste estimado en 10.000 millones.

Gallardón, que consiguió mostrar las contradicciones entre sus oponentes y aireó el fantasma del "bipartito", demostró su dominio de la escena frente a un Sebastián hierático. El socialista evitó mirar directamente a la cámara hasta el último momento, en el que se dirigió a los ciudadanos para asegurarles que su plan "sí es posible".

Sebastián se limitó a reiterar en el colofón del debate sus principales propuestas en materia de vivienda para jóvenes, transporte y seguridad. Por su parte, Pérez defendió una gestión más participada por los ciudadanos a través de las juntas municipales de distritos, que deberían incrementar sus presupuestos.

Información realizada por Patricia Ortega Dolz, Jesús Sérvulo González y Rafael Fraguas.

Alberto Ruiz-Gallardón, del PP, y Ángel Pérez, de IU (a la izquierda), y Miguel Sebastián, del PSOE, y Gallardón (derecha), en dos momentos del debate. 
/ TELEMADRID
El plató con los tres candidatos.
Alberto Ruiz-Gallardón, del PP, y Ángel Pérez, de IU (a la izquierda), y Miguel Sebastián, del PSOE, y Gallardón (derecha), en dos momentos del debate. / TELEMADRID El plató con los tres candidatos.TELEMADRID

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