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El 0,7% de los beneficios del torneo, ¿para África?

El mismo día en que se supo que Valencia albergaría la 32ª edición de la Copa del América, el 26 de noviembre de 2003, al juez José María Tomás y Tío se le ocurrió una idea: ¿por qué no destinar una parte de los beneficios a fines solidarios?

Desde entonces, este magistrado de Audiencia Provincial de Valencia lucha por que su ciudad desvíe una mínima porción de sus beneficios -calculados en 2.528 millones de impacto económico- a los pueblos con problemas más acuciantes de falta de agua. En concreto, apeló a una cifra mítica, el 0,7%: el monto propuesto por las Naciones Unidas para que los Estados participen con ese porcentaje de su Producto Interior Bruto en el desarrollo de los pueblos más desfavorecidos. Es decir, que se trataría de recaudar 17 millones por parte de entidades públicas y privadas.

A tal fin, Tomás y Tío, también presidente de la Penya Valencianista per la Solidaritat, ha conseguido el apoyo de cinco empresarios valencianos (Fernando Roig, Rosa Lladró, Juan Luis Serratosa, Pedro Martínez y Juan Armiñana), un equipo de la Copa -el China Team-, y falta por concretar una sorpresa de última hora: el futbolista del Valencia David Villa.

El delantero asturiano luce el dorsal 7, que es el número fetiche para el promotor de esta idea solidaria. Siete "líderes sociales" de la sociedad valenciana respaldan la recaudación del 0,7% -unos 17 millones-, para que el 7 del 7 de 2007, día final de la Copa del América, el dinero esté preparado para volar hacia África. La Iniciativa 0,7% también va a intentar implicar a los números 7 de los otros dos equipos de fútbol valencianos de Primera: Pirès, del Villarreal, y Ettien, del Levante.

"Nuestros siete líderes sociales se suman a 45 entidades y a 251 particulares adheridos a la campaña", explicó ayer el juez en la presentación del proyecto. Entre los particulares estaban Aurelio Martínez, catedrático de Economía y ex consejero socialista de Economía de la Generalitat; el economista Alejandro Mañes o el periodista Paco Lloret.

La iniciativa prevé cuatro proyectos para cuatro necesidades: 1) mejora del acceso a agua para la población nómada de las montañas de Turkana y sus ganados (Kenia); 2) agua para la vida en Mozambique, un país con un 54% de analfabetismo; 3) programas de agua y saneamiento integral en Guinea Ecuatorial; y 4) la construcción de 10 depósitos de agua y protección del medio ambiente en la diócesis de Nattingou (Benin).

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