Tres familias destrozadas
Las cinco personas fallecidas en un punto peligroso de la carretera de San Martín de la Vega venían de celebrar las fiestas de San Isidro
La diversión y la alegría del día de San Isidro terminó en una noche de muerte y luto. El choque entre un turismo en el que iban siete personas contra un autobús interurbano, ocurrido en la vía de acceso a San Martín de la Vega desde la A-4, rompió tres familias en milésimas de segundo. Cinco personas que viajaban en el coche, entre ellas dos niñas de 18 meses y tres años, perdieron la vida. El dolor y el sufrimiento era patente ayer en las familias de los fallecidos, cuatro de origen dominicano y otra, peruana.
En el turismo, un Daewoo Lanos, viajaban cuatro adultos y tres niños. Entre los ocupantes estaba la familia formada por Andy William Medina Franco, de 24 años, su compañera, Elena Piña Mateo, de 21 años, y la hija de ambos, Adamaría Keila Medina Piña, de 18 meses. Los tres murieron en el acto. Tenían nacionalidad española, aunque la pareja era de origen dominicano.
En el mismo vehículo viajaban también Sugeri Altagracia Valdez Mateo, de 28 años, y su hijo, de nueve. La primera, también de origen dominicano, murió en el accidente, mientras que su hijo resultó herido muy grave con varias fracturas en una pierna y en un brazo. Será intervenido hoy en el hospital 12 de Octubre, según sus familiares. Se cree que Valdez era la conductora del coche, que figura a su nombre.
La tercera familia estaba formada por la peruana Victoria María Candiotti García, de 38 años, y su hija Jennifer Nita Candiotti, de tres años. La pequeña también falleció. La madre estaba ayer "entre la vida y la muerte" en el 12 de Octubre, según el Consulado de Perú en España.
Los siete ocupantes del vehículo habían ido a pasar el día de San Isidro, aprovechando el asueto (las tres mujeres fallecidas eran camareras en la T-4 de Barajas y el hombre, electricista en paro).
El dolor se hacía patente ayer en el Instituto Anatómico Forense. Los familiares de Andy William y Elena recordaban, sobre todo, a la pequeña que murió. Adamaría Keila llegó hace seis días tras estar con su abuela cuatro meses en la República Dominicana. "Elena había pedido 15 días de vacaciones para poder estar con la niña", explicó Vladimir, un familiar de Elena Piña. Ésta vivía en la calle del Doctor Esquerdo, con la familia de su pareja. "Estaban buscando casa para irse a vivir los tres juntos", añadió Vladimir.
"Cuando me enteré de la noticia, intenté suicidarme. Yo quiero mucho a mis hijos, nunca los he abandonado. Soy un hombre pobre que he dado todo por ella", comentó Miguel Ángel Piña de León, padre de Elena Piña, en Santo Domingo Este, informa Iban Campo. El progenitor lloraba desconsolado, mientras recordaba que a su nieta sólo la había visto una vez en la vida, cuando estuvo con él hasta el 9 de mayo.
Elena Piña era prima de Sugeri Altagracia. Trabajaba, junto con las otras dos mujeres en el restaurante de la zona donde esperan los taxis de la T-4 hasta que tienen clientes.
Sugeri Altagracia Valdez residía en la zona de Manoteras, en Hortaleza. Llevaba en España cinco años. Hacía poco tiempo que había aprobado el carné de conducir, según sus familiares. Candiotti estaba soltera y sólo tenía a ese hijo, según su padre. Vivía en Ciudad Lineal.
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