Patxi López: "Tenemos que alcanzar pactos como el de Ajuria Enea"

El líder de los socialistas vascos, Patxi López, remarcó ayer dos ideas en la valoración del PSE-EE del comunicado de ETA. La primera, que el objetivo de "todos los demócratas" es hacer "pactos incluyentes y no excluyentes" para luchar contra el terrorismo. Y puso como ejemplo los pactos de Ajuria Enea y de Madrid de 1988, "donde estábamos unidos todos los demócratas". "Es el momento de anteponer el objetivo de la paz y de la lucha contra la violencia a objetivos partidarios", dijo, mirando de reojo al PP, al que no citó, pero con quien espera contar para esta nueva etapa que se abre.

La segunda idea que el secretario general del PSE quiso poner de relieve es que ETA es la única responsable de "dar al traste con las esperanzas de paz", por lo que emplazó a la izquierda abertzale y a los dirigentes de ANV a "enfrentarse a ETA" como ya ha hecho el resto de los ciudadanos vascos. Lo contrario, a juicio de los socialistas vascos, demostraría que los radicales no saben hacer política "sin ampararse en las bombas y en las pistolas", y que habrían engañado durante la campaña a la sociedad vasca al asegurar que los votos a ANV eran sufragios para la paz y el proceso democrático.

El líder del PSE siguió en su declaración la estela que una hora antes había trazado el presidente José Luis Rodríguez Zapatero al señalar también que el futuro de Euskadi lo decidirá la ciudadanía vasca. Si el presidente apostilló "en el marco de la ley y la democracia", López precisó que "sin admitir ningún tipo de imposición o chantaje y dentro de las reglas de juego". "Sólo ha fallado ETA", concluyó el dirigente socialista, quien reiteró el apoyo de su partido a la labor de la Fuerzas de Seguridad del Estado, incluida la Ertzaintza, y pidió a todos los demócratas de nuevo unidad y firmeza "en todos los frentes".

Los socialistas vascos, a los que no ha pillado por sorpresa el anuncio de ETA, pronostican un atentado terrorista "antes del 16 de junio", fecha de la constitución de los ayuntamientos.

Hace ahora cuatro años, el 30 de mayo de 2003, ETA, que llevaba entonces 110 días sin asesinatos, mató con una bomba lapa a dos agentes de policía en la localidad navarra de Sangüesa, los dos últimos asesinatos hasta el atentado de la T-4 de Barajas. Habían pasado sólo cinco días desde que se habían cerrado las urnas de las elecciones locales de 2003.