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La inmigración en Europa

El Parlamento holandés regulariza a 30.000 'sin papeles'

Isabel Ferrer

El Parlamento holandés ha cerrado el capítulo más espinoso de su política de inmigración aprobando la legalización de hasta 30.000 personas hasta ahora en situación irregular. El grupo era inicialmente de 26.000 y comprendía sólo a los que habían pedido asilo antes del 1 de abril de 2002, fecha en que cambió la Ley de Extranjería.

El retraso en tramitar sus solicitudes no sólo ha hecho crecer las familias originales. La polémica creada por su espera, y el hecho de que el pasado año se sumara la retirada del pasaporte a la diputada de origen somalí Ayaan Hirsi Alí, provocó en junio de 2006 la caída del Gobierno de centro-derecha. Ayer, sin embargo, la mayoría ostentada por la actual coalición de centro-izquierda en el poder hizo posible la aprobación de una medida a la que se opuso en su día el partido de Jan Peter Balkenende, primer ministro democristiano de hace un año. Y también de ahora.

En realidad, Balkenende y su partido sólo accedieron a la legalización después de haberse visto obligados a pactar tras las pasadas elecciones de noviembre con sus actuales socios en el Gobierno, la socialdemocracia y la Unión Cristiana. Partidarios los dos últimos de la amnistía, la jornada de ayer tuvo frases emotivas por parte de la nueva secretaria de Estado de Inmigración, Nebahat Albayrak, ella misma llegada de Turquía a los dos años de edad.

"Este debate no es el final, sino el principio para la gente que lleva tanto tiempo esperando", dijo. Muy segura del trabajo que desea realizar en el Ejecutivo, Albayrak despejó cualquier duda acerca de su firmeza. "La amnistía es generosa, pero no ilimitada", añadió. La frase zanjó, previo rechazo de la Cámara, dos mociones presentadas por su propio partido socialdemócrata para ampliar el "perdón general" a las parejas no casadas de los que se quedan. Igual suerte corrió la propuesta de admitir a los que pidieron asilo en otro país, después de hacerlo en Holanda, para regresar luego.

La extrema derecha, representada por el nuevo Partido para la Libertad, repitió que considera la amnistía una forma de desestabilizar la convivencia en el país. También hubiera querido recortar el poder de los ayuntamientos para establecer la identidad de los inmigrantes antes de tramitar los pasaportes. No lo logró.

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