_
_
_
_
_

Escepticismo y esperanza entre los afectados

Pedro Gorospe

Tras casi ocho horas de reunión de trabajo en Vitoria analizando el borrador de la ley, las nueve asociaciones de víctimas que aceptaron la invitación del Gobierno vasco se mostraron mayoritariamente escépticas, aunque esperanzadas en que el texto se convierta en anteproyecto y finalmente en ley sin sufrir recortes en el tránsito que le queda hasta su aprobación final por el Parlamento.

El presidente de la Federación de Asociaciones Autonómicas de Víctimas, Joaquín Vidal, valoró el esfuerzo que el borrador evidencia. "Creo que es positivo, porque intenta volcarse en la víctimas. Puesto que el Estado no pudo salvar las vidas, es imprescindible que ahora las administraciones se vuelquen". Vidal, funcionario de prisiones herido en un atentado el 28 de junio de 1991 cuando trabajaba en la cárcel de Sevilla, pidió al Gobierno central que aproveche para actualizar la ley de Solidaridad de 1999.

El presidente de ARCO, Rafael Marcos, definió el texto como un "avance tímido basado en la retórica". Consideró muy duro no haber sido capaces de ponerse de acuerdo "en la definición de víctimas del terrorismo y que luego todo sean buenas intenciones en un texto articulado que mutila" lo que establece en su preámbulo.

Unos y otros anunciaron que harán aportaciones en el plazo de un mes que les ha ofrecido el Gobierno.

El presidente de la asociación de Cataluña, Roberto Manrique, ve en la iniciativa muchos aspectos interesantes, como su ámbito de aplicación, mayor que el de la comunidad autónoma.

También consideró interesante, aunque mejorable, el texto el presidente de la asociación de víctimas de las Fuerzas y Cuerpos de la Seguridad de Estado, Francisco Zaragoza. Tras agradecer al tripartito la convocatoria de esta jornada de información, se mostró esperanzado en que sean aceptadas algunas de las propuestas que van a remitir a partir de ahora para incluir nuevos derechos en el listado de la futura ley.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Los portavoces de Covite prefirieron esperar a estudiar el borrador en el seno de la organización antes de hacer comentarios. Sí habló el presidente de la asociación gallega, Eloy Ruiz Cortadi, natural de Sestao y víctima de un atentado en Portugalete cometido en 1976. "Bueno es que nos oigan, pero me siento muy defraudado, porque nadie me da fechas para recuperar los tres derechos que yo perdí tras el atentado: el de recuperar mi residencia, el de recuperar el voto en Sestao y los derivados de la ciudadanía en esa localidad", criticó.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_