"Soy especialista en aguarle la fiesta al Madrid"

Gregorio Manzano (Bailén, 1956) es, en esencia, un hombre afable. Pero llega al Bernabéu con la mosca detrás de la oreja, disgustado por los rumores sobre maletines que han salpicado a su equipo. El Mallorca aterriza dispuesto a despejar cualquier duda en el terreno de juego.

Pregunta. Hoy en el Bernabéu juegan cuatro equipos.

Respuesta. Sí, es un partido grande. El Mallorca está invitado a una fiesta que el madridismo lleva tres años esperando. Y luego está el Barcelona, que depende totalmente de nosotros, porque la pole position la tiene el Madrid. Y el Sevilla, al quite. Nuestro reto es saber administrar todas esas emociones.

P. ¿Siente que el Mallorca es un convidado de piedra?

R. Somos, más bien, un invitado de lujo. En los últimos años, al Mallorca se le ha dado estupendamente el Bernabéu. Y, personalmente, yo he tenido experiencias muy bonitas allí. Con estos antecedentes, el Madrid debería cuidarse muy mucho de lo que pueda pasar. Supongo que su equipo técnico habrá analizado lo que hemos hecho en las últimas 11 jornadas, en las que sólo hemos sufrido tres derrotas: una de penalti frente al Athletic, y dos en los últimos minutos, frente al Barça y el Valencia.

P. Pero el Madrid es especialista en marcar goles en el último minuto...

R. Y yo en aguarles la fiesta. Cuando era entrenador del Valladolid, en 2000, ya fuimos al Bernabéu en la jornada 38, con el Madrid jugándose la clasificación para la Liga de Campeones, y ganamos 0-1. En la temporada 2002-2003, ya con el Mallorca, les metimos cinco. Para mí, la de hoy no es una situación nueva y es una verdadera gozada poder disfrutar de este partido como entrenador. Como profesional y como deportista, haré lo que me dicta mi conciencia: ir a ganar el partido.

P. Aún a pesar de la baja de Ibagaza...

R. Es una baja importante, como también lo es la de Jankovic. Pero el Mallorca tiene recursos para inquietar a cualquiera.

P. La presión que rodea este partido, ¿le molesta o le motiva?

R. Yo acepto la situación tal y como viene. Cuando se confeccionó el calendario, lo primero que pensé es 'mira que si, a esas alturas, el Madrid se está jugando la Liga...'. Y así ha sido. Para mí, la Liga tendría que haberse decidido en la jornada 37, pero los tres aspirantes empataron. Si el Madrid no es capaz de vencernos, es que no merece ser campeón. Y si el Barça no es campeón, es porque él solito tiró la Liga perdiendo puntos fundamentales.

P. ¿Y el asunto de las primas?

R. Es una cuestión muy seria y muy grave. Ni a los jugadores ni a mí nos ha gustado nada lo que se hablado esta semana. Se ha tratado el tema con una frivolidad espantosa. Si lo que estamos intentando es que el deporte sea cada vez más limpio, no nos ayuda en nada que en los medios empiecen a aparecer rumores sobre cantidades, sin ninguna prueba. Ojalá alguien pudiera demostrarlo. Para acabar con esta lacra se tendría que actuar desde el CSD y desde las directivas de los clubes. Porque si, al final, el sentimiento futbolístico está condicionado por el dinero, lo mejor es apagar las luces y largarnos. Me temo que todo esto pesará sobre mis jugadores, desde el primer minuto hasta el último.

P. A los jugadores les ofende que les hayan puesto en duda.

R. Es que aún no habían pasado 24 horas desde el final de la jornada anterior y ya se estaba señalando con el dedo acusador al Mallorca, como sospechoso de acudir al Bernabéu con una prima económica. Y nadie se acordó del trabajo que el equipo acababa de hacer en casa frente al Sevilla [0-0]. Si en ese partido hubiéramos bajado los brazos, ¿alguien piensa que el Madrid tendría posibilidades de ser campeón? Si hoy las tiene es, en parte, por el esfuerzo, honrado y honesto, del Mallorca. Lo que defiendo con mi equipo en esta jornada es la pureza de la competición. No entiendo por qué tenemos que estar sometidos a una vigilancia constante.

P. ¿Teme que les lluevan las acusaciones, tanto si ganan como si pierden?

R. La gente que no ama este deporte aprovechará cualquier excusa para lanzarse a la crítica. Pero las personas objetivas y reflexivas entienden que el Mallorca es un equipo profesional, con once años consecutivos en Primera, en los que ha pasado por todas las circunstancias. Si el Madrid no nos gana, la única sospecha posible recaerá sobre su propia capacidad futbolística.