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El PNV intenta salvar un pacto con EA en Guipúzcoa pese a su "deslealtad" con ANV

La dirección provincial de Eusko Alkartasuna exige a sus ediles que resuelvan la situación

Mikel Ormazabal

El PNV va a intentar salvar un acuerdo con EA para seguir gobernando en Guipúzcoa, donde los socialistas ganaron las elecciones forales, pese a su profundo malestar por "la deslealtad" que mostró el sábado en la constitución de los ayuntamientos su actual socio en el Gobierno vasco. El PNV perdió anteayer nueve alcaldías en localidades donde ganó las elecciones sin mayoría absoluta merced a pactos entre los demás partidos. En seis de ellos intervino EA. El PNV considera especialmente graves los casos de Zumaia y Azpeitia, ambos en Guipúzcoa, donde el partido de Begoña Errazti pactó con ANV. La dirección guipuzcoana de EA, enfrentada a su ejecutiva vasca, exigirá inmediatamente a sus ediles que rectifiquen la situación.

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El PNV había llegado antes de la constitución de los ayuntamientos a un acuerdo verbal con sus dos socios en el Gobierno vasco (Eusko Alkartasuna y Ezker Batua) para propiciar que la lista más votada de cada uno de ellos pudiese acceder a las alcaldías donde no hubiesen logrado mayoría absoluta. El pacto saltó por los aires en nueve ayuntamientos -Lanciego y Zambrana, en Álava; los citados Azpeitia y Zumaia, en Guipúzcoa, y Busturia, Gautegiz, Gorliz, Igorre y Muskiz, en Vizcaya- donde los peneuvistas vencieron el 27-M. En seis de esas localidades -todas menos Gorliz y las dos alavesas-, los votos de EA resultaron fundamentales.

Los dos casos que más han soliviantado al PNV son los de Azpeitia, donde ha gobernado de forma ininterrumpida desde 1977, y Zumaia. En la primera localidad, EA y Aralar dieron sus votos a ANV para que su candidato, Iñaki Errazkin, resultase elegido alcalde. En Zumaia, el primer edil será Iñaki Agirrezabala, de EA (tercera fuerza en las urnas), con apoyo de EB y los independentistas. En Busturia y Gautegiz, EA y ANV se cruzaron apoyos, de forma que los de Errazti gobiernan en el primer caso y ANV en el segundo. En Muskiz, EA se hizo con el bastón de mando con el apoyo de tres ediles socialistas que ya han sido expedientados por el PSE.

La dirección del PNV ha reaccionado con gran dureza contra estos hechos. La secretaria de su ejecutiva vasca, Josune Ariztondo, calificó ayer de "enormemente grave" la actitud de EA por incumplir "sistemáticamente y de manera generalizada" el acuerdo que habían alcanzado.

El presidente del partido en Guipúzcoa, Joseba Egibar, reaccionó con más moderación, aunque criticó el "acuerdo tácito" entre EA y ANV y "la deslealtad" de sus socios en varias instituciones. "No ha sido un cruce de astros", dijo para dar a entender que las votaciones en Zumaia y Azpeitia habían sido urdidas por EA a sus espaldas.

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Espectáculo "bochornoso"

Con todo, Egibar no quiso cargar demasiado las críticas en un intento de salvar las negociaciones con EA para seguir gobernando juntos la Diputación de Guipúzcoa. El PNV ha aceptado incluso ceder por primera vez el control de la Hacienda foral para cerrar un acuerdo que impida a los socialistas, ganadores de las elecciones, gobernar la provincia. Egibar necesita que su partido no pierda la Diputación para mantener su cuota interna de poder en el PNV.

Mucho más severo y autocrítico estuvo Iñaki Galdos, presidente de EA en Guipúzcoa y líder del sector crítico del partido. Galdos se mostró en una rueda de prensa avergonzado por la decisión de sus ediles en Azpeitia y Zumaia y pidió expresamente perdón al PNV y a los ciudadanos por el "bochornoso espectáculo" ofrecido. No aludió en ningún momento a la posible expulsión de estos concejales, en la confianza de que sabrán hallar "una solución". Ello exige, a su juicio, que Agirrezabala dimita en Zumaia y que el PNV y EA presenten una moción de censura en Azpeitia que lleve a la alcaldía al cabeza de lista del PNV, Julián Eizmendi.

Rafael Larreina, secretario de Organización de EA y miembro del sector oficial que encabeza Errazti, excusó en cambio a sus ediles y sostuvo que los incumplimientos son "casos aislados". Más comprensivo que Galdos, se limitó a asumir el compromiso de analizar cada caso y "tomar las medidas pertinentes para intentar que los acuerdos se cumplan". Mikel Arana, portavoz de la presidencia de EB, justificó lo sucedido en que "muchas veces las orientaciones de las direcciones son unas y las realidades de los pueblos, diferentes".

Estos municipios han alterado la previsión inicial en la configuración de los ayuntamientos, a los que regresa la izquierda abertzale de la mano de ANV. Esta formación va a gobernar con sus siglas 33 consistorios -23 en Guipúzcoa, nueve en Vizcaya y uno en Álava-, aunque también considera como suya la lista independiente que regirá la localidad vizcaína de Otxandio.

ANV gestionará en conjunto en estos consistorios unos 230 millones de euros, según informa Servimedia.

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Sobre la firma

Mikel Ormazabal
Corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco, tarea que viene desempeñando durante los últimos 25 años. Se ocupa de la información sobre la actualidad política, económica y cultural vasca. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra en 1988. Comenzó su carrera profesional en Radiocadena Española y el diario Deia. Vive en San Sebastián.

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