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Entrevista:LUIS MONTES | Ex coordinador de Urgencias de Leganés | El final del caso del Severo Ochoa

"Lamela ha conseguido que la gente muera peor que antes"

Luis Montes Mieza parece otro. Poco que ver con aquel que en marzo de 2005 se vio en medio del mayor escándalo de la sanidad pública en décadas. Pese a la insistencia del Gobierno del PP de la Comunidad de Madrid, y de su consejero de Sanidad, Manuel Lamela, el juez ha archivado la denuncia sobre 400 supuestas eutanasias y que eran en realidad la sedación terminal, una práctica admitida para tratar los dolores antes de la muerte. Montes (Arribes del Duero, Salamanca, 1949) responde relajado, contestando las felicitaciones que no dejan de llegar a su móvil.

Pregunta. ¿La sedación terminal mata?

"Han mirado con muy mala leche las historias de 369 fallecidos sin hallar nada. Nadie soportaría eso"
"Morir sin dolor es un derecho ciudadano. Los familiares deben denunciar el encarnizamiento"
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Respuesta. La sedación mata o no mata. Trata de asistir en la agonía, evitar el sufrimiento. Hay pacientes que con la sedación tardan más en morirse pero lo hacen tranquilamente. En otros casos se adelanta la muerte. Pero en ningún caso se atrasa o adelanta la vida, sino que se atrasa o adelanta la agonía. Es actuar ante el fracaso de la medicina. A veces la única alternativa que nos queda es la sedación.

P. ¿Daban mucha dosis?

R. Dosis, la que haga falta. Desde un tanque a una dosis mínima. Qué más da medio gramo o dos gramos cuando alguien se va a morir entre dolores.

P. El juez archiva el caso pero dice que hay mala práctica médica en cuatro casos, los que señaló un informe del Colegio de Médicos.

R. En todo el proceso se han mirado 369 historias de pacientes fallecidos en urgencias de Leganés entre 2003 hasta 2005. Han analizado las historias de todos los fallecidos y con muy mala leche. Y no han encontrado nada. No he estudiado a fondo el auto del juez, pero es una copia literal del informe del Colegio de Médicos de junio de 2006, que dice que todos los pacientes estaban a punto de fallecer y que no se puede asegurar que el tratamiento es la causa de la muerte. Y eso me indigna porque hemos perdido un año. Podía haberlo archivado hace un año. Hemos estado 13 imputados en comparecencias de tres y cuatro horas en los que dejamos al descubierto los errores de esos informes.

P. Insisto. Hay cuatro casos.

R. En esos cuatro casos que señala el juez confunden datos fundamentales. En uno dicen que entró a las 11 de la mañana y en realidad entró a las 11 de la noche. En otro dicen que no hemos tratado un coma hipoglucémico y demostramos que se había tratado. Pero el juez no ha tenido en cuenta nuestras declaraciones. En todos estaba indicada la sedación y todos los pacientes eran terminales. Desde el principio estaba claro: no había caso. Unos peritos señalaron cuatro casos, otros habrían dicho uno y otros once. Cada médico puede dar su opinión sobre esos casos sin hablar con los médicos.

P. Si mirásemos las muertes en cualquier hospital grande de España, ¿saldría algo parecido?

R. ¿De mala práctica? Si lo miramos con la mala leche que le han puesto ellos, habrían salido más casos. Quizá menos de sedación, pero multitud de encarnizamiento terapéutico, de negar la sedación cuando estaba indicada, de tratamiento indebido. Nos han inspeccionado seis veces sin encontrar nada. Eso no lo soportaría ningún servicio. No digo de urgencias, donde se trabaja muy rápido, sino de cirugía cardiaca, ni de digestivo... Pero tampoco lo soportarían otras profesiones.

P. ¿Qué consecuencias prácticas ha tenido el caso?

R. Lamela ha conseguido que la gente muera peor que antes. En Madrid me consta que se muere mucho peor. Hay familiares que han pedido sedación para un paciente que agonizaba y la respuesta ha sido del tipo 'con lo que está cayendo, eso es peligrosísimo porque se adelanta la muerte'. Grandes burradas porque eso era una práctica habitual. Han pasado 28 meses desde que Lamela habló de 400 casos de eutanasia. Y desde entonces, la asistencia al enfermo agónico se ha hecho mal y eso lo han padecido los pacientes que se beneficiarían de la sedación en los últimos momentos de su vida. Además, se rompió la confianza entre el médico y el paciente aunque los pacientes del hospital nos han apoyado.

P. ¿Aún hay dudas sobre la sedación terminal?

R. Morir sin dolor es un derecho ciudadano. Me gustaría que empezara a haber denuncias por la mala práctica de enfermos que han muerto con dolores incurables y que no han sido tratados. Los familiares los deben denunciar como mala práctica del encarnizamiento terapéutico.

P. ¿Y el hospital?

R. Hemos vivido 28 meses de represión. Hay cinco jefes de servicios cesados, tres supervisores relevados y 11 médicos de mi equipo han tenido que buscar trabajo en otros centros o en hospitales privados. El daño al hospital y a sus médicos es irreparable.

P. Lamela se va de rositas. El archivo llega un día después de que dejase la Consejería de Sanidad y pasase a Transportes.

R. Hace 20 días fueron las elecciones a la Comunidad y hace 48 horas cambió el consejero de Sanidad, lo cual me llama mucho la atención. Parece que hay mucha coincidencia, y que está pensado con premeditación y alevosía. Pero aun así, el señor Lamela ya no se va de rositas. La crisis ha dejado muy en entredicho su gestión. Las sedaciones irregulares del Severo Ochoa han sido una cortina de humo para no hablar de la gestión semiprivada de los nuevos ocho hospitales de Madrid. A la semana de surgir la crisis, anunció los contratos de cogestión privada en los nuevos hospitales. Es un muerto político, pero la derecha sabrá por qué tiene que conservarlo.

P. Él dice que este auto le da la razón.

R. El poder siempre lleva razón y, si no, se la crea. La sentencia deja abierto el tema de la mala práctica para quedar bien con todo el mundo. Bien con el hospital porque lo archiva y bien con Lamela porque habla de mala práctica. Pero lo importante es que se ha archivado todo. No hay relación entre el tratamiento y la muerte.

P. La Cope le llamó asesino.

R. Nos hemos querellado contra ellos y esperamos que empiece el juicio. Ya han declarado Federico Jiménez Losantos, Cristina López Schlichting. César Vidal y el director general de la cadena y esperamos que el juicio no dure tanto como éste. Tenemos casos abiertos: un contencioso contra la Consejería, he recurrido mi destitución al Constitucional, Frutos del Nogal [ex jefe de Intesivos] recurrió su cese y presiones y esperamos sentencia. Además, por el primer caso ya archivado iremos contra la familia del enfermo y contra la supuesta asociación de pacientes que lo denunció.

P. ¿Se arrepiente de algo?

R. No, no, no. Se ha reconocido mi trabajo en urgencias.

P. ¿Sigue trabajando?

R. Sigo como anestesista en Leganés y el lunes volveré al trabajo. Ahora empieza la segunda parte del partido: recuperar el buen nombre del centro y de sus médicos y rehabilitar la muerte sin dolor.

Luis Montes, ayer en Madrid tras la entrevista.
Luis Montes, ayer en Madrid tras la entrevista.RICARDO GUTIÉRREZ

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