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Sensibilidad, tacto y coordinación desde niño

Hamilton procede de una familia obrera que emigró al Reino Unido desde la isla de Granada

Ahora es un ídolo, pero a Lewis Hamilton no le regalaron nada. Sus abuelos paternos emigraron de la isla de Granada para trabajar en la construcción del ferrocarril británico a mediados de los años cincuenta. Y cuando al cabo del tiempo decidieron regresar a sus orígenes, dejaron en el Reino Unido a su hijo Anthony, de 15 años, con un futuro más o menos encaminado: era también empleado en el ferrocarril. Anthony se casó con una británica y tuvieron dos hijos: Lewis (1985) y Nicolas (1992), este último nacido con una parálisis cerebral.

Así que su vida no resultó nada fácil. Y si ahora está donde está -es decir, liderando el mundial de fórmula 1, por delante del doble campeón mundial, el español Fernando Alonso- es básicamente gracias al empeño que puso su padre en financiar los primeros años de su carrera automovilística. Lewis Hamilton puso mucho de su parte. De niño era un talento con los coches teledirigidos. "Tenía sensibilidad, tacto, coordinación", cuenta su padre, Anthony. "Y todo aquello me indujo a subirle a un kart para ver cómo reaccionaba". La prueba fue fantástica, un sueño para cualquier niño. "La sensación de acelerar, frenar, correr sobre aquel aparato era increíble", recuerda ahora Lewis.

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Todo fue evolucionando de forma natural. Lewis sacó a relucir pronto su talento. Su padre tuvo que buscar pluriempleos -camarero o vendedor de ropa- para financiarle. Pero cuando Lewis Hamilton tenía 10 años ocurrió algo que cambió su vida: ganó el Premio Autosport y conoció a Ron Dennis. "Señor Dennis, algún día me gustaría conducir uno de sus coches de fórmula 1", le dijo. Y él esbozó una sonrisa y le respondió: "Tú gana carreras y ya hablaremos de ello". Pasaron tres años y los dos cumplieron su palabra. En 1998, el patrón de McLaren llamó a Anthony y le ofreció su ayuda. No les financió a cambio de tener todos los derechos sobre Lewis en los siguientes 25 años; les dio libertad para que fueran decidiendo la carrera del piloto, sin tener que preocuparse por la financiación.

Los Hamilton no podían fallar. Y no lo hicieron. Lewis ganó el Europeo de fórmula A en 2000, superando a Nico Rosberg. Y entonces Keke Rosberg, padre de Nico y ex campeón mundial de F-1, sentenció: "De esta generación sólo Nico y Lewis llegarán. El primero, por ser mi hijo, y el segundo, porque tiene la ayuda de Dennis". De allí saltó a la fórmula Renault británica y europea. En 2003 fue campeón en su país. Se subió a un F-3 para disputar las Euroseries y en 2005 se adjudicó el título después de ganar 15 de las 20 carreras en que compitió. Y el año pasado se proclamó campeón de la GP-2. Su puerta de entrada en la F-1. Ahora, todos los grandes de la historia creen en él. "Lo que ha hecho Hamilton es asombroso: sin fallos, con una conducción perfecta. Algo que nadie había logrado antes", afirma Niki Lauda, campeón mundial en 1975, 1977 y 1984.

Lewis es el único piloto de F-1 que no se ha bajado del podio -ha ganado dos- en las siete primeras carreras el año de su debut. Y el más joven de la historia en liderar el mundial.

Hamilton observa lo que dice Alonso, en una conferencia de prensa en Melbourne.
Hamilton observa lo que dice Alonso, en una conferencia de prensa en Melbourne.REUTERS REUTERS

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