_
_
_
_
_
Juicio por el mayor atentado en España | 11-M

El letrado de El Egipcio afirma que la policía "construyó" un perfil de terrorista con pruebas falsas

Endika Zulueta lo tiene claro. No hay pruebas contra su cliente, Rabei Osman el Sayed, Mohamed el Egipcio, y las que hay son falsedades utilizadas por la policía para crear "un perfil de terrorista" a la medida de la acusación. El defensor pidió la anulación de los datos obtenidos en Italia y, en caso de que el tribunal decida tenerlas en cuenta, subrayó que en Milán ha sido condenado por los hechos de Madrid. Por tanto, es asunto juzgado y no se le puede condenar dos veces por el mismo motivo.

El abogado acusó a la policía de haber aportado a la causa datos falsos "para fabricar" la acusación de que El Egipcio es uno de los inductores o autores intelectuales del atentado. "Dijeron de él que era un experto en explosivos, que había estado preso en una cárcel de máxima seguridad en Egipto, que pertenecía a la Yihad Islámica egipcia o que había estado en Afganistán". Pero todo eso, agregó, eran datos falsos "y la policía lo sabía": "Se han falseado datos para crear un perfil de persona peligrosa que ha calado en la sociedad".

Más información
El turno de última palabra más largo de la historia deja el 11-M visto para sentencia

Zulueta, mucho más sobrio en las formas que en su anterior alegato sobre Raúl González Peláez, subrayó que contra su cliente las únicas pruebas que hay son las declaraciones del confidente Cartagena y las conversaciones grabadas en Milán. "La única persona relacionada con los atentados que conoce Rabei es a Serhane el Tunecino, pero porque le dio clases de español". Pero Serhane, añadió, "era una persona especialmente conocida en Madrid, porque era especialmente dadivosa, a la que la cabeza le hizo un clack, un cambio radical, que ocurrió cuando mi cliente ya estaba fuera de España".

El abogado descalificó las investigaciones italianas y, sobre todo, el material enviado a Madrid para el juicio. "No han mandado nada con valor probatorio, porque se lo han quedado los italianos porque querían ser los primeros en juzgar al jefe de Al Qaeda en Europa", ironizó. No valen los documentos, dijo, porque "son fotocopias, resúmenes", pero no los originales. Es más, aseguró que las grabaciones de conversaciones ambientales no se admitirían en España, porque no están justificadas. "Le intervienen porque la policía dice que es de Al Qaeda, sin más. Esas grabaciones en España se declararían ilegales".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_