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Reportaje:Fórmula 1 | Gran Premio de Gran Bretaña

El espía patoso

Coughlan, jefe de diseño de McLaren, causó el litigio al escanear el informe de Ferrari en una tienda

Mike Coughlan no merece el calificativo de espía. El jefe de diseño de McLaren-Mercedes cometió un error imperdonable cuando hace un par de semanas llevó a escanear todo el informe que tenía en su poder de Ferrari a una tienda cercana a la sede de la escudería británica en Woking. El propietario, un buen aficionado al mundo del motor, intuyó inmediatamente que se trataba de un documento confidencial y llamó a Maranello para informar del asunto. Ferrari interpuso dos días después una querella contra Coughlan y McLaren en un juzgado de Londres. De esta forma tan absurda se desveló el caso de espionaje industrial que lleva de cabeza al sofisticado mundo de la fórmula 1. Tan increíble como cierto.

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Cada día van apareciendo nuevos datos que demuestran la importancia del dossier que el técnico ferrarista Nigel Stepney -implicado también en el turbio asunto de los polvos blancos aparecidos en el depósito de gasolina de los bólidos rojos antes del GP de Montecarlo- entregó a Coughlan el pasado mes de abril en Port Ginesta, Castelldefels, cuando la mayoría de los equipos se encontraban realizando unos entrenamientos privados en el circuito barcelonés de Montmeló. Son unas 700 páginas y en ellas se detallan diseños, estructuras y procesos utilizados por la escudería italiana, así como los planes de desarrollo de sus coches y las fechas en que iban a plantearse las evoluciones previstas. Incluían además algunos protocolos de control de calidad y días de entrenamientos.

El mismo día en que Ferrari presentó la querella, McLaren suspendió de empleo a Coughlan, un ingeniero de la vieja escuela que había coincidido con Stepney en Benetton y en una empresa de John Barnard hace ya algunos años. La Federación Internacional del Automóvil (FIA) ha abierto también una investigación para dilucidar la culpabilidad de todos los implicados. Lo que hay que demostrar es si McLaren se ha aprovechado de alguna de las informaciones que ha recibido o si ha aplicado algunos conceptos al proyecto de sus coches. "No hemos hecho nada incorrecto", se reafirmó ayer Ron Dennis, presidente de McLaren-Mercedes. "Estoy pasando unos momentos difíciles, los más duros de mi vida, porque se está cuestionando mi integridad personal y la de la compañía que dirijo. Nunca con mi conocimiento McLaren ha utilizado datos propiedad de otras personas o equipos. Estamos colaborando con la FIA y con Ferrari [ayer se reunió con Jean Todt] para aclarar las cosas y demostrar nuestra inocencia. En cuestión de un par de días el caso podría desvelarse con todas sus premisas".

"Conociendo McLaren y a sus directivos, simplemente no entendería que hubieran hecho algo así", afirmó ayer Paul Gascoyne, director deportivo de Spyker y uno de los ingenieros que mejor conoce el mundo de la F-1 por su amplia trayectoria; "para mí, todo eso no tiene ningún sentido. McLaren es una de las escuderías más grandes y tiene su propia forma de trabajar y de actuar. No necesitan copiar porque tienen su propio estilo y siempre han estado ganando carreras".

Como Gascoyne, otros técnicos destacados de distintos equipos creen que McLaren no está implicado directamente en el asunto. La conclusión general es que se trata de un asunto entre Stepney y Coughlan, que presuntamente estarían trabajando de forma conjunta en un gran proyecto para la próxima temporada para sacar del pozo a la escudería Honda.

La aportación de los dos técnicos iría encaminada a aplicar en Honda lo mejor de McLaren y Ferrari. Algunas especulaciones aseguran que Nick Fry, consejero delegado de Honda, podría haber estado también en la reunión de Port Ginesta. La FIA, en consecuencia, también ha incluido a Honda en la investigación abierta.

Ayer, por la tarde, la escudería japonesa emitió un comunicado en el que confiesa haber tenido contactos con Stepney y Coughlan. "Estos dos técnicos nos ofrecieron sus servicios, pero a nosotros no nos interesaron", se afirma en dicha nota.

Por si acaso, Bernie Ecclestone, el patrón de la F-1, se pronunció abiertamente al respecto no para defender a McLaren, sino básicamente para evacuar cualquier duda sobre la posibilidad de que la FIA le quitara puntos a Lewis Hamilton, el líder del Mundial, con 14 de ventaja sobre Fernando Alonso. "No veo ninguna razón para que se le resten puntos a Hamilton", afirmó; "en todo caso, la culpabilidad recaería sobre los equipos o sobre los técnicos que realizaron espionaje industrial, pero nunca sobre el piloto. Lo único que hizo Lewis fue subirse al coche y ganar carreras. Y lo hizo muy bien".

Alonso, también, pero a Ecclestone ya no le preocupa tanto. Lo fundamental es tranquilizar a los 85.000 espectadores que se esperan mañana en el Gran Premio de Gran Bretaña para ver en acción a la nueva estrella del automovilismo británico.

Kimi Raikkonen, ayer, en su Ferrari.
Kimi Raikkonen, ayer, en su Ferrari.ASSOCIATED PRESS

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