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'Mariscal' en el campo y en el vestuario

Jordi Quixano

Gaby Milito cumple con el perfil de central que buscaba el Barça. "Es un futbolista zurdo con una buena salida de la pelota, sentido de la colocación y va bien en el juego aéreo", le elogió ayer Txiki Beguiristain, director deportivo; "tiene dotes de mando, agresividad, anticipación y es competitivo". No es casualidad que en Argentina, desde sus tiempos de internacional sub 17, responda al sobrenombre de El Mariscal -así le apodó el periodista Walter Nelson-por su jerarquía y parecido con Roberto Perfumo.

A Milito siempre le ha gustado gobernar el área y por extensión el campo y el vestuario. Así ha quedado escrito también en Zaragoza desde que ejerció como segundo capitán en su segunda temporada en el club maño. El liderazgo es una de las virtudes que andaba buscando también el Barcelona con vistas a la próxima temporada en que puede haber cambios entre los capataces del vestuario, y jugadores como Valdés y Deco podrían cobrar protagonismo tras la dejación de funciones de Ronaldinho.

La presencia de Milito debe aumentar el plus de agresividad del equipo. El central ha sido competitivo desde pequeño, cuando en el jardín de su casa se enfrentaba con su hermano Diego -ariete del Zaragoza- hasta en las tandas de penaltis. "Quien perdía se estaba todo el día aguantando las bromas del otro...¡No quedaba otra que ganar!", cuenta Gaby, que a los seis años empezó a jugar al fútbol sala y más tarde ingresó en las categorías inferiores de Independiente, el rival eterno del Racing, en el que precisamente jugaría su hermano Diego.

Fútbol en los genes

Una grave lesión en el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha, en 2001, marcaría su carrera. Le tuvo nueve meses de baja y provocó que el Madrid rechazara su contratación en 2003 después de la revisión médica: "El cuerpo médico considera que, teniendo en cuenta la intensidad y la frecuencia de los esfuerzos exigidos por el Madrid, no puede garantizar su máximo rendimiento". Recaló en el Zaragoza, con el que ganó la Copa del Rey al Madrid (2004) y la Supercopa de España al Valencia (2005). Milito siempre ha sido la voz cantante del equipo. "En el campo grito porque es una de mis funciones. Fuera de él, negocié las primas del equipo porque me escogieron mis compañeros", reconoce el argentino con nacionalidad italiana que disputa la Copa América. Justo lo que buscaba el Barça.

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