"Me dio nueve puñaladas"
35 AÑOS. DENUNCIÓ A SU MARIDO Y A LOS DOS AÑOS ÉL IRRUMPIÓ EN SU TRABAJO Y LA APUÑALÓ.
"Mi ex marido está en la cárcel. Estamos esperando la sentencia del juicio. El abogado dice que le echarán más de 15 años, por intentar matarme. Se presentó un día en mi trabajo, hace justo tres años, y se me echó encima con un cuchillo. Una compañera le agarró de la camisa para atrás, pero no pudo sujetarle. Me dio nueve puñaladas, en las manos y en el costado [según el parte médico dos heridas en el hemitórax derecho, y cortes en ambas palmas de las manos con sección de la arteria radial derecha, del nervio mediano, de músculos y tendones]. Él creyó que me había matado. Se fue a la comisaría y dijo que había matado a su mujer. Desde ese día no le he vuelto a ver.
Estuve 14 años casada con él. Al principio todo iba bien. Empezó a maltratarme cuando mi hijo mayor tenía cinco años. Soporté el maltrato nueve años. Pero todo fue a peor. Un día me pegó tal paliza que tuve que ir al hospital. Me dejó hecha polvo, me partió el labio, tuve varias contusiones, traumatismos, los tímpanos reventados. Pusimos una denuncia y me fui a vivir con mis padres. Pero la cosa no tenía arreglo. Él seguía encima. Me dieron la separación, con orden de alejamiento para él, pero no dejó de perseguirnos a mí, a mi hermana, a mis sobrinos, a mi madre, a todos. A todos nos amenazaba. En esos años puse varias denuncias. Una la quité por miedo, porque me dijo que me iba a matar si no la quitaba. La orden de alejamiento no sirvió, él se la saltaba y ni le detuvieron ni nada.
Nos conocimos aquí, en un parque del barrio. Yo tenía 17 años, y él uno menos. Él es de Zaire. No sé lo que me enamoró. No tengo ni idea. A él le iba de maravilla en la vida, era vigilante de seguridad, yo trabajaba también. ¿Que por qué me agredía? Yo creo que se le juntaba todo, celos, la bebida. Ahora que está en la cárcel estoy más tranquila. El problema es mi hijo mayor, que es un adolescente. Yo lo que digo es que la ley es buena, pero las penas para los maltratadores tendrían que ser más duras. Muchos andan sueltos. Todavía tengo miedo cuando se me arrima algún hombre en la calle".
