_
_
_
_
_
Entrevista:BEATRIZ | Violencia de género

"La batalla judicial puede durar años"

38 AÑOS. SU MARIDO LLEVA CINCO MESES CON ORDEN DE ALEJAMIENTO.

"Me casé hace seis años y tengo una hija de cuatro. Mi marido tiene un trastorno maniaco-depresivo. Me casé sabiéndolo, pero en aquella época él estaba bastante controlado. A largo plazo te das cuenta de que es una enfermedad que no se cura y va a peor.

Yo estaba totalmente enamorada, estaba ciega. Y le hacia incluso de secretaria. A personas así les tienes que resolver la vida por completo. Yo le llevaba todas las agendas, y hasta el teléfono móvil. Me ocupaba de las citas con sus amigos, de sus facturas, de todo. No me importaba hacerlo.

La niña nació al año de casarnos. Y a partir de ese momento fue una pesadilla. Yo había sufrido malos tratos psicológicos antes, insultos y vejaciones. Pero después de nacer la niña fue a peor. Mi impresión es que él había visto ese maltrato en su casa. Al final todos seguimos el ejemplo que vemos de nuestros padres, aunque sea inconscientemente. Mi marido trataba mal a todas las mujeres: a su madre, a sus hermanas, a todas sus novias anteriores.

Más información
"Pasé 16 años soportando sus palizas"

Yo he aguantado mucho. He aguantado hasta que mi hija cumplió casi cuatro años. Pero no pude más y presenté una demanda de divorcio. Sufrí dos agresiones físicas en ese tiempo. Una antes y otra después de poner la demanda. Así es que no me quedó más remedio que denunciarle, porque ya estaba la niña de por medio. Cuando denuncias, al principio todo va rápido. El juez me dio la custodia de la niña y a él se le impuso una orden de alejamiento. Pero luego empieza el verdadero calvario judicial. Por eso digo que hay que pensarse mucho lo de denunciar a tu pareja. Por un lado, claro que hay que hacerlo. No hay que consentir los malos tratos. La víctima tiene que recuperar su autoestima. Aparte de que con la denuncia estás más protegida. Pero, de haber sabido los problemas que me iba a acarrear, habría intentado una negociación más insistentemente. Y eso que yo lo intenté. Pero me vi obligada a denunciarle porque él me amenazó de muerte.

Con orden de alejamiento llevo cinco meses. Todavía tengo que declarar por dos denuncias que me puso él. Una por malos tratos. También me ha acusado de haberle provocado su enfermedad maniaco-depresiva porque, según él, yo estaba loca. Tanto es así, que cuando lo detuvieron por mi denuncia, y pasó la noche en el calabozo, declaró que yo tenía graves problemas psiquiátricos. He tenido que pasar por un peritaje en el juzgado, y ser examinada por una forense para ver si era cierto lo de los trastornos mentales. Al final es tu palabra contra la suya. Tienes que demostrar los malos tratos que has sufrido, y eso ocurre dentro de la casa, sin testigos. Mi ex no me perdonará nunca la noche que pasó en el calabozo.

Creo que las mujeres que se planteen denunciar tienen que estar muy mentalizadas de lo que les espera. La batalla judicial puede durar años. La gente se cree que denunciando pone punto final a su problema. Pero es como la negociación con ETA. Denunciando, empieza un largo proceso que puede llegar al Supremo".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_