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La mayor catástrofe aérea de Brasil

La oposición culpa al Gobierno de Lula y exige dimisiones

Los líderes de los principales partidos de la oposición brasileña culparon del accidente al Gobierno, por el mal estado en que en su opinión se encuentran las infraestructuras relacionadas con el tráfico aéreo. Y exigieron dimisiones, especialmente la del ministro de Defensa, Waldir Pires, del que en última instancia dependía el aeropuerto donde se produjo el accidente.

"La tragedia ha sido consecuencia de una mezcla de incompetencia general, corrupción e insinceridad", afirmó Arthur Virgilio, senador del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), el tercero en número de diputados. Esta formación ha vivido de forma especial la catástrofe, porque entre las víctimas está uno de sus diputados, Julio Redecker. El político era el líder de la minoría opositora en la Cámara baja.

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"Pise la realidad, presidente Lula. Le exijo eso más como brasileño herido y postrado que como parlamentario", añadió Virgilio. Otro dirigente de la formación, Antonio Carlos Pannuzio, tuvo un recuerdo emocionado para la "brillantez y liderazgo del amigo [fallecido]", y a renglón seguido exigió la inmediata "depuración de las causas del accidente y que se tomen las providencias efectivas que pongan fin a esas tragedias".

La oposición puso énfasis en subrayar las posibles negligencias que explicarían el accidente, a falta aún de las conclusiones de la investigación. Y, en consecuencia, reclamaron medidas drásticas, a veces en términos muy duros. Onyx Lorenzoni, líder de Demócratas (DEM, antiguo Partido Frente Liberal, cuarta formación parlamentaria de Brasil), pidió airado el cese del ministro de Defensa, Waldir Pires. Y fue aún más allá: sugirió que le encarcelaran. "Reabrir una pista que no estaba todavía a punto es equivalente a un asesinato; [los responsables] deberían ir a la cárcel", afirmó.

Condolencias de España

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Las condolencias por el accidente llegaron desde todo el mundo. El príncipe de Asturias se comunicó personalmente con el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva. Don Felipe se encuentra precisamente estos días en Brasil para participar en los actos de inauguración de las nuevas sedes del Instituto Cervantes en este país.

El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, envió a Lula sus condolencias y las del Ejecutivo. En un telegrama, expresa "la solidaridad, el afecto y la simpatía del pueblo y del Gobierno de España a las familias de las víctimas", entre las que no había ningún español. En parecidos términos se expresó el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, que expresó su "horror y tristeza" por la catástrofe e hizo llegar a Lula "la simpatía y la solidaridad" de los franceses.

Airbus, cuya sede social está en Francia, anunció ayer el envío de cinco especialistas a São Paulo. Además, la Oficina francesa de Investigación de Accidentes (BEA, en sus siglas francesas) desplazó a Brasil a dos de sus técnicos.

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