Los talibanes asesinan a uno de los 23 rehenes surcoreanos en Afganistán
Los talibanes asesinaron ayer a uno de los 23 rehenes surcoreanos que secuestraron hace una semana en el sur de Afganistán, y amenazaron con matar al resto si el Gobierno afgano no atiende sus exigencias. El cuerpo de la víctima, con 10 balazos, fue descubierto cerca de la localidad de Qarabagh, a 140 kilómetros al sur de Kabul.
Los talibanes exigen la liberación de ocho de sus prisioneros a cambio de ocho surcoreanos, y quieren imponer otras condiciones para decidir la suerte de los restantes rehenes. "Si Kabul no atiende nuestras demandas, los demás rehenes serán asesinados", dijo un portavoz integrista llamado Mohamad Yusuf, que fijó como "último plazo" la una de la madrugada hora local (diez y media de la noche de ayer en la España peninsular).
El presidente afgano, Hamid Karzai, ha pedido que no se intercambien prisioneros por rehenes, después de las críticas recibidas por excarcelar a cinco dirigentes talibanes a cambio de un reportero italiano en marzo pasado.
Los 23 surcoreanos (18 hombres y cinco mujeres), misioneros de la Iglesia Evangélica de Saemmul, fueron secuestrados el jueves pasado mientras viajaban en un vehículo privado desde Kabul a Kandahar. Además, un periodista danés de origen afgano fue brevemente secuestrado el miércoles junto a su traductor, y liberado horas después. Inicialmente se dijo que el rehén era un alemán.
Por otro lado, dos soldados de la OTAN (un británico y un francés) y 20 talibanes murieron ayer en diferentes ataques y choques. La explosión de un artefacto al paso de su patrulla mató al soldado británico en Helmand (sur). Este atentado se produjo poco antes de la visita del nuevo ministro británico de Exteriores, David Miliband, a las tropas desplegadas en esa provincia. Más al norte, en Wardak, un suboficial francés, instructor del Ejército afgano, murió en un ataque con mortero contra su base. En Kandahar, 20 insurgentes murieron en un enfrentamiento.
