Zapatero: "Futuro, Tomás. Eso es lo que tienes por delante"
"Habéis elegido muy bien", decía un sonriente y descorbatado presidente del Gobierno, vestido con la cazadora mitinera de secretario general del PSOE. Entre besos (a ellas), abrazos (a ellos) y apretones de manos (a los más tímidos), José Luis Rodríguez Zapatero enfilaba escaleras arriba para abandonar el estrado desde el que se había dirigido a los militantes madrileños. A la entrada los había enardecido con la ayuda de la música electoral del partido. Al salir, tarea para la que necesitó varios minutos, se dio el multitudinario baño de militancia ilusionada.
"Futuro, Tomás, futuro. Eso es lo que tienes por delante", le había dicho poco antes Zapatero al flamante nuevo secretario general del Partido Socialista de Madrid, Tomás Gómez. Había que dar la espalda a un pasado de derrotas electorales y peleas entre las familias. Todos se habían conjurado para eliminar el recuerdo de las últimas derrotas electorales y, en un acto de reafirmación colectiva, se aferraban sonrientes a la figura de su nuevo secretario general.
El hotel Auditorium andaba ayer abarrotado. Todos querían ver al "gran jefe" y estrechar la mano del secretario general. Y todos coincidían en la alegría que les producía el cambio. "Esto va a ser una renovación de verdad. Por fin se han abierto las ventanas de la casa", exclamó en el hall del hotel uno de los invitados.
"Hoy la gente me ha dicho lo que le decían los jóvenes a Zapatero cuando salió elegido: no nos falles", pronunció Gómez en su discurso. "No os fallaré".
