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Entrevista:Fulgencio Coll | Teniente general, jefe de la Unidad Militar de Emergencias (UME) | La lucha contra los incendios forestales

"El fuego es un enemigo impredecible. Hay que tenerle un enorme respeto"

Miguel González

Jueves por la tarde. El teniente general Fulgencio Coll Bucher (Palma de Mallorca, 1948) se incorpora a su cuartel general en la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid). Acaba de volver de Canarias, donde ha evaluado sobre el terreno la primera intervención de la Unidad Militar de Emergencias (UME).

Aún lleva el uniforme de faena, negro con bandas plateadas, de este cuerpo de élite que el presidente José Luis Rodríguez Zapatero le encargó poner en pie en enero de 2006, tras el catastrófico incendio de Guadalajara, que se saldó con 11 muertos. Dos años y 400 millones de euros después, la UME tiene casi la mitad de su plantilla (1.987 de 4.310 efectivos) y, aunque aun inseguros, ya da sus primeros pasos.

"Entre los incendios de Canarias y Córdoba llegamos a tener a 450 militares actuando a la vez, más de la mitad de los 800 disponibles este verano" "He explicado a las comunidades autónomas que no vengo a competir, sino a ayudarles. No tendría problema en ponerme a las órdenes de Ibarretxe"
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Lo que el fuego se llevó por delante

Coll, veterano de Angola, Mozambique y Bosnia, jefe de las tropas españolas en Irak (diciembre 2003-abril 2004), habla del "combate contra el fuego" con las expresiones propias -"ataque directo", "estrategia defensiva"- de un antiguo profesor de la Escuela de Guerra.

Pregunta. ¿Es peor enemigo el fuego o la insurgencia iraquí?

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Respuesta. Son peligrosos los dos. El fuego es impredecible. Hay que tenerle un enorme respeto. En Tenerife, por ejemplo, la propagación ha sido extraordinariamente rápida y violenta. La regla de oro en esta lucha es la prudencia.

P. ¿Con qué nota ha pasado la UME su primer examen?

R. La nota no la debo poner yo, sino los demás. Pero lo que he oído a los expertos es que mi gente ha actuado con gran rapidez y profesionalidad.

P. ¿Cómo fue la intervención?

R. En Gran Canaria teníamos una sección con 80 militares, seis autobombas y otras dos nodriza. Eso nos permitió intervenir ya el mismo viernes y dar tiempo a enviar desde Sevilla un refuerzo igual, de forma que los vehículos de ataque al fuego estuvieron constantemente actuando, con relevos del personal cada 12 horas.

En Tenerife no teníamos nada, por lo que enviamos tres secciones, 150 militares, desde la Península, pero con medios sólo manuales, lo que da una capacidad muy limitada. A las 24 horas se enviaron otros 150 y, mientras, se contrató un transporte aéreo para llevar cuatro autobombas y dos nodrizas. Al no disponer de material en la isla, éste tardó 24 horas en llegar. La decisión del presidente es que en el futuro haya en Tenerife una sección como la de Gran Canaria. Eso nos permitirá actuar con más rapidez.

P. La primera intervención de la UME fue en el campo de tiro de Cerro Muriano. Alguien podría pensar que los militares queman el monte y luego lo apagan...

R. Los incendios de Gran Canaria y Cerro Muriano fueron casi simultáneos. Se dice que el origen del último estuvo en una munición no explosionada. La gente del campo de tiro no cree que fuera así. Habrá que esperar a la investigación... En cualquier caso, cuando se inicia el fuego, es el Infoca [los servicios de la Junta de Andalucía] el que interviene. Nosotros nos ponemos a su disposición, pero creen que el incendio es controlable. Luego se desborda y nos llaman.

P. ¿Cómo se activa la alerta?

R. Las direcciones generales de Protección Civil o de Biodiversidad nos previenen y nosotros nos preparamos. Los responsables de la comunidad autónoma piden refuerzos al Ministerio del Interior y éste pasa el aviso a Defensa, que nos da la orden. Parece complejo, pero es bastante automático. Hubo un momento en que, entre los tres incendios, llegamos a tener 450 militares actuando en primera línea, más de la mitad de los que están disponibles desde el 15 de junio.

P. ¿No se pierde tiempo?

R. Nuestro compromiso es salir en una hora tras recibir la orden, pero lo hacemos incluso antes, porque estamos prealertados. En el caso del incendio de Córdoba, por ejemplo, como la unidad está en Sevilla y los vehículos pesados tardan tres horas en llegar, los mandamos por delante para ir ganando tiempo.

P. Una autobomba volcó en Tenerife. Sólo hubo contusionados, pero pudo ser más grave.

R. Las emergencias son peligrosas. Los miembros de la UME tienen instrucciones de extremar la seguridad, pero los riesgos no pueden eliminarse, como hemos visto con la mujer fallecida en el incendio de Teruel.

P. ¿Qué aporta a la UME el que sus miembros sean militares?

R. Los militares tenemos experiencia en misiones de este tipo, como el chapapote o el tsunami. Los hidroaviones del 43 Grupo del Ejército del Aire, llevan 33 años de lucha contra el fuego. Por otra parte, hay características militares, como organización, disciplina, jerarquía... que facilitan el que podamos ser útiles en estos cometidos. Seguramente eso influyó en quienes tomaron la decisión a nivel político. Para nosotros es una misión nueva y lo que hacemos, como siempre, es prepararnos a conciencia para cumplirla lo mejor posible.

P. Alguna comunidad autónoma les ha recibido con recelos.

R. Es lógico. Ocurre siempre que se crea algo nuevo. He visitado a los responsables de la mayoría de las comunidades autónomas para explicarles que no venimos a sustituir a nadie ni a competir, sino a ayudarles cuando lo soliciten. Lo primero que hacemos, en cualquier intervención, es contactar con el director de extinción del incendio. Los expertos son los técnicos de las comunidades y mi unidad va donde ellos le indican para cumplir la función que ellos le encomiendan.

P. El Gobierno vasco dice que recurrirá el decreto de la UME porque invade sus competencias.

R. Ésa es una cuestión política sobre la que no debo opinar. Lo que digo es que en el 99% de los casos sólo actuaremos a petición de las comunidades autónomas. Es decir, iremos a ponernos a sus órdenes si nos llaman.

P. ¿Tendría algún problema en ponerse a las órdenes del lehendakari Ibarretxe?

R. En absoluto.

P. ¿Y cree que se aceptaría que usted tomase el mando, como está previsto, si se declara una emergencia nacional?

R. Pues espero que se aceptara con la misma normalidad porque, ante una emergencia, los que trabajan codo a codo sobre el terreno sólo buscan resolver los problemas, sin importarles el color de la camiseta de cada uno.

P. ¿Cuándo estará plenamente operativa la UME?

R. Este verano hemos cumplido nuestro compromiso de tener cinco compañías más el destacamento de Gando, lo que supone unos 800 militares. El verano próximo tendremos 1.500 especialistas, con 180 autobombas y 60 nodrizas. Podremos combatir 30 fuegos simultáneamente, con 50 militares en cada uno.

P. ¿Y el resto de emergencias?

R. En cuanto acabe la campaña de verano entraremos en la formación y evaluación de unidades para inundaciones y grandes nevadas. Está previsto que en diciembre ya podamos intervenir frente a esas situaciones. Para el final, en 2008, dejamos la capacidad ante riesgos tecnológicos. Pero ésta es una tarea que no acaba nunca. Exige un permanente reciclaje.

El teniente general Fulgencio Coll, en el Centro de Operaciones Conjuntas de la UME en la base de Torrejón de Ardoz.
El teniente general Fulgencio Coll, en el Centro de Operaciones Conjuntas de la UME en la base de Torrejón de Ardoz.GORKA LEJARCEGI

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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