_
_
_
_
_
Inquietud en los mercados

Las Bolsas caen por el riesgo de que la crisis financiera provoque una recesión

Estados Unidos sufrió en agosto la primera pérdida neta de empleo en cuatro años

La crisis financiera que estalló hace un mes llama a la puerta de la economía real. El mal dato de empleo que se conoció ayer en Estados Unidos -una pérdida neta de 4.000 puestos de trabajo en agosto, la primera en cuatro años- arrastró a los mercados a una caída generalizada ante el temor de que la crisis desatada en las finanzas por las hipotecas de alto riesgo lastre el crecimiento económico. Las Bolsas sufrieron fuertes caídas pese a la posibilidad de que este dato se traduzca en una bajada de los tipos de interés de la Reserva Federal. La mayoría de índices europeos, entre ellos el Ibex 35, perdió lo acumulado este año.

Más información
Greenspan ve similitudes con los años 1987 y 1998
Rato anuncia una rebaja del crecimiento por la "grave crisis"
El Euríbor cae por segundo día tras la pausa en el alza de tipos
Trichet sugiere que subirá el precio del dinero en cuanto pasen las turbulencias
La hora de la política

El aumento del paro eleva los temores a que la crisis financiera acabe provocando una recesión. El director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Rodrigo rato, admitió desde Italia que "la crisis es grave" y que, aunque afectará sobre todo al crecimiento de Estados Unidos, sus efectos se notarán también en Europa.

El dato de paro se le atragantó al parqué neoyorquino, que apostaba por la contratación de 75.000 empleados, pese a que el dato aumenta las probabilidades de que la Reserva Federal acometa una rebaja de los tipos de interés, tan querida por Wall Street. Se destruyeron 4.000 puestos de trabajo, en la primera pérdida desde agosto de 2003. El empleo ha venido siendo uno de los puntos fuertes de la economía estadounidense, muy dependiente del consumo.

La industria manufacturera fue la más castigada durante ese mes, con la eliminación de 46.000 empleos. El sector de la construcción, donde se concentra desde hace un año el grueso de los problemas de la economía estadounidense tras el estallido de la burbuja inmobiliaria, destruyó entre tanto 22.000 puestos de trabajo. Y las rescisiones de contratos también afectaron al sector público, donde se eliminaron 28.000 empleos.

Tras el cierre del mercado, Countrywide anunció que eliminará entre 10.000 y 12.000 empleos en tres meses, el 20% de la plantilla de la mayor entidad hipotecaria independiente en EE UU. Angelo Mozilo, su presidente ejecutivo, dice que serán menos si mejora la situación.

"Era una cuestión de tiempo", señala la consultora laboral Challenger, Gray & Christmas, que afirma que ésta es la muestra de que la crisis en la vivienda está afectando al empleo. Es más, alerta de que esta evolución del empleo puede ser "el inicio de un colapso en el mercado inmobiliario que puede arrastrar a toda la economía, incluidos el comercio y los productos de consumo". "No hay nada bueno en estos datos y las cosas van a peor", añaden desde la firma de analistas MF Global.

La Casa Blanca intentó restar dramatismo e insiste en que era algo esperado después de 47 meses consecutivos de creación de empleo. Edward Lazear, asesor económico del presidente George Bush, se consoló explicando que el sector privado sigue creando empleo, que los sueldos suben y que la productividad continúa como uno de los motores del crecimiento. "Evidentemente, no es el dato que nos gustaría ver", admite, mientras augura que la expansión económica en el segundo semestre será similar a la del primero. La apertura de Wall Street, sin embargo, fue muy débil y terminó cerrando con una bajada del 1,87%.

Las noticias de nuevas inyecciones de capital, para combatir la crisis de liquidez y la falta de confianza, por parte de la Reserva Federal ya no estimulan a los mercados. Ayer fueron 2.000 millones de dólares (1.450 millones de euros). En el mercado de bonos de Chicago, entre tanto, dan por descontada una rebaja de tipos (5,25%) en la próxima reunión del comité de política monetaria de la Fed, el 18 de septiembre. Goldman Sachs dice que en esta situación se justifica un recorte de medio punto.

El mercado de divisas tampoco ve las cosas tan claras como la Administración Bush, y el dólar volvió a depreciarse con fuerza frente al euro y el yen, por la incertidumbre creciente. La moneda europea se pagaba ayer a 1,376 dólares. Ante este panorama, la palabra recesión volvió a cobrar fuerza. "El riesgo es real y algunos piensan que es inevitable", señalan desde el banco Wells Fargo. "Nosotros no vamos tan lejos. Pero la Fed debe actuar rápido y con autoridad para evitar que el barco se hunda", remachan.

Caídas en Europa

También cundió el pesimismo entre los mercados europeos. Todos se sumaron a las pérdidas. La mayoría, excepto Francfort y Amsterdam, se dejaron las ganancias acumuladas en lo que va de año. Ambos habían acumulado un colchón suficiente como para no entrar en números rojos anuales.

Los inversores olvidaron que el día anterior el Banco Central Europeo había cambiado de planes y mantenido los tipos en el 4%. De hecho, ya por la mañana su presidente, Jean-Claude Trichet, se encargó de enfriar los ánimos al dar a entender que los subirá en cuanto amaine el temporal. El panorama que se dibuja así para las Bolsas es el de elegir entre dos males: crisis financiera o subida de tipos.

París y Francfort, los dos mercados que habían mostrado semanas atrás más fortaleza entre la fragilidad reinante, lideraron las pérdidas, dos mercados que en semanas atrás habían mostrado mayor fortaleza, en medio de la fragilidad reinante. El Ibex 35, por su parte, perdió el nivel de los 14.000 puntos al perder un 2,29%.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_