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La agenda secreta de una hermana

El juicio de Gescartera continuará hoy con la declaración de quien fue presidenta de la agencia de valores y puso en un brete al Gobierno de José María Aznar. Pilar Giménez Reyna tenía un apellido demasiado sospechoso como para pasar inadvertido.

Su hermano, Enrique Giménez-Reyna, era el secretario de Estado de Hacienda. Cuando estalló el escándalo, todas las miradas se dirigieron a un ministerio que tenía ciertas competencias sobre el control de las agencias de valores.

El tribunal que juzga el caso y los dos jueces que se han encargado de la instrucción del mismo no han encontrado indicios como para imputar al ex secretario de Estado en este caso ni para juzgar a los altos cargos de la administración del Partido Popular por la estafa de Gescartera.

La hermana del secretario de Estado escribió en la agenda personal durante su etapa al frente de Gescartera, en una posición más protocolaria que ejecutiva, las incidencias por las que atravesaba la empresa en la que trabajaba, invertía y ganaba fuertes sumas de dinero.

En una de esas anotaciones correspondiente a abril de 1999, cuando la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) está a punto de intervenir Gescartera al observar irregularidades, Giménez Reyna apuntó: "Expediente contra todo el consejo. Bloquean cuentas clientes de Gescartera. Se hará desglose de todos los mismos. ¡Reunión urgente del consejo con CNMV aprovechando la ausencia del vicepresidente y de los demás consejeros. Sólo estaba Pilar Valiente que avisa rápidamente!".

Pilar Valiente era la presidenta de la Comisión Nacional del Mercado de Valores y se había reunido en varias ocasiones con los directivos de Gescartera. La publicación del dietario de Pilar Giménez Reyna, en septiembre de 2001, varios meses después de la intervención y como consecuencia de la investigación abierta en la Audiencia Nacional, provocó la dimisión de Pilar Valiente.

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Esa anotación destapó la supuesta vinculación de altos cargos de la CNMV con los dueños de Gescartera, que eran avisados con anterioridad de los pasos que estaba dando el organismo regulador.

Pese a estos apuntes personales de Pilar Giménez-Reyna, los instructores del caso Gescartera no encontraron en la actuación de Pilar Valiente, presidenta de la CNMV, motivos suficientes para imputarla por lo ocurrido.

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