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Reportaje:

Rayos entre máquinas

La arquitecta Zaha Hadid marcará el tono rupturista en el Campus de la Justicia

Anatxu Zabalbeascoa

El mayor edificio en la mayor ciudad de la justicia del mundo. La iraquí Zaha Hadid, la única mujer con un Premio Pritzker, levantará el inmueble más emblemático del futuro Campus de la Justicia de Madrid, el Juzgado de lo Civil. Con esta decisión, tomada por concurso internacional, queda clara la imagen de vanguardia que la Comunidad de Madrid quiere imprimir a un proyecto que, a falta de decidir los autores de sus últimos edificios, concentra ya las firmas de cuatro premios Pritzker, el mayor galardón al que puede aspirar un arquitecto.

Que el Centro Multiusos de Richard Rogers -premiado con el Pritzker este mismo año-, los dos de Norman Foster -el Tribunal Superior de Justicia y la Audiencia Provincial- o el Juzgado de lo Social de Pei, Cobb, Freed & Partners (el tercer Pritzker) se hagan a un lado para ceder protagonismo a las líneas dinámicas y cortantes de Zaha Hadid en el centro del solar es una decisión contundente. Define la voluntad de este proyecto: reunir lo mejor en gran tamaño, entendiendo por lo mejor lo más visible. Y mediático.

La futura Ciudad de la Justicia concentra ya las firmas de cuatro premios Pritzker
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Zaha Hadid, en la Ciudad de la Justicia

Rodeado de autores -como I. M. Pei o Foster que repiten autoría en las Torres del final de la Castellana-, y en medio de tanta arquitectura de alta tecnología, el deconstructivismo de Hadid pondrá cara al edificio de mayor tamaño de Valdebebas. Se trata de un inmueble de 10 plantas -tres de ellas subterráneas-, 118 juzgados -todos con luz natural- y 75.000 metros cuadrados concentrados en un volumen esférico fracturado en su fachada y abierto a una plaza pública.

Esa decisión de distanciar estilísticamente el corazón del Campus de los edificios que lo rodean imprimirá al conjunto tanto carácter como el propio plan urbanístico de edificios de planta circular que idearon los españoles Frechilla y López Peláez.

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Con este proyecto, la angloiraquí Zaha Hadid (Bagdad, 1950), que ya era la arquitecta más famosa del mundo cuando comenzó a construir hace poco más de una década, tendrá su cuarta oportunidad para demostrar, en España, que no sólo sus dibujos son sobresalientes. Autora del Plan General de Zorrozaurre, en Bilbao, y del puente que se levanta para la Expo 2008 en Zaragoza, firmó para las Bodegas López de Heredia su primer edificio español: un pabellón que proyectó y concluyó sin llegar a pisar La Rioja.

Si bien es cierto que a la proyectista más famosa del mundo le costó mucho llegar a construir -lo hizo en 1993 gracias al apoyo del empresario alemán Rolf Fehlbaum, dueño de la empresa Vitra-, también lo es que, superado ese trago, no ha dejado de hacerlo. Tras dedicar buena parte de su vida a montar exposiciones -las últimas de la mano de Karl Lagerfeld-, escenografías -como las de los Pet Shop Boys- o a ganar el primer premio en concursos para edificios que nunca llegaba a construir -como el de la Ópera de Cardiff-, en los últimos años Hadid ha completado edificios por medio mundo. En Estrasburgo (Francia) firmó una Terminal de Tranvías por la que obtuvo el Premio Mies van der Rohe, que concede la Unión Europea. En Innsbruck (Austria) ideó una plataforma para salto de esquí que marca el paisaje como una escultura. En Cincinnati (Ohio, Estados Unidos) el Centro de Arte Rosenthal se convirtió en su mayor edificio y también, curiosamente, en el menos rompedor. Y en Leipzig (Alemania) ideó una sede para BMW que renovó la identidad de la empresa.

Cuando se hizo con el Premio Mies van de Rohe en 2003 y con el Pritzker en 2004, ya contaba con la Orden del Imperio Británico por sus servicios a la arquitectura. Luego empezaron a llamarla desde Oriente Próximo. En el famoso proyecto de la Isla de la Felicidad en Abu Dhabi firmará un auditorio con vistas al desierto al lado del futuro Louvre de Jean Nouvel y el nuevo Guggenheim de Frank Gehry. Puede que en esta disciplina no se puedan obtener mayores reconocimientos. Con todo, que esta arquitecta, que utiliza su rostro retocado a la warhol como tarjeta de presentación, empezara a construir para Vitra y ahora llegue a Madrid como la mayor estrella de su Campus de la Justicia tal vez no sea una casualidad. La empresa alemana posee un micromundo arquitectónico firmado por otros Pritzker (Gehry, Ando o Siza) que es la mayor concentración de arquitectura galáctica por metro cuadrado del mundo. Los 500.000 metros cuadrados del futuro Campus de la Justicia permiten hablar de micromundo arquitectónico en el que la Justicia quiere, por lo menos, parecer universal.

Zaha Hadid.
Zaha Hadid.

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