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Reportaje:

Alonso, ante el Everest

Nunca se ha producido en la F-1 una remontada de 12 puntos como la que precisa el español para superar a Hamilton

Fernando Alonso sabe mucho más de lo que suele admitir sobre la historia de la fórmula 1. Por eso, nada más ponerse ante los micrófonos tras haber salido como si tal cosa del terrible accidente de Fuji en el que destrozó su McLaren y buena parte de sus posibilidades de proclamarse campeón mundial por tercera vez consecutiva, proclamó: "Necesitaríamos un abandono de Hamilton, algo que no se ha producido en todo el año". Como si lo hubiera visto en los libros sobre la historia de la fórmula 1. Jamás en la competición que dio inicio en 1950 se ha producido una remontada como la que necesita.

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El único antecedente similar se dio hace 21 años. Eran otros tiempos, los de los coches turbo, los de Piquet, Lauda, Prost y el jovencísimo Senna. Y también, los del británico Nigel Mansell, el temperamental piloto que lucía un espeso mostacho y que dio trabajo de lo lindo al Profesor. Descalificado en Monza por cambiar de coche de forma antirreglamentaria, el francés se vio superado en la clasificación general por Mansell. A falta de tres pruebas, en Portugal, venció el británico por delante de Prost. Quedaban sólo dos grandes premios para el final del campeonato, como ahora. En la clasificación de pilotos Mansell dominaba por 11 puntos a Prost, uno menos de los que ahora tiene Hamilton como colchón. Entonces, el ganador de cada carrera sumaba 9 puntos y el segundo 6, uno y dos puntos respectivamente menos que ahora.

¿Qué sucedió? Prost, que pilotoba un McLaren, fue segundo en el penúltimo gran premio, en México, y Mansell sólo pudo ser quinto, por detrás de Piquet, su compañero en la escudería Williams, que también luchaba por el título. En la última carrera, en Australia, venció Prost y Mansell, que tenía suficiente con un tercer puesto para proclamarse campeón, se retiró a causa del reventón de un neumático. Así ganó Prost la segunda de sus cuatro coronas mundiales. Pero hay diferencias entre lo ocurrido en 1986 y la situación actual. Porque entonces sólo computaban los 11 mejores resultados. Y el quinto puesto de Mansell en México era uno de los cinco peores, por lo que se quedó sin dos puntos que hubieran cambiado las cosas. El resto de las remontadas que se han producido en los dos últimos grandes premios han sido más relativas. Como la de James Hunt a Niki Lauda en 1976, cifrada en ocho puntos, o las de Senna a Prost en 1988 y de Piquet a Prost en 1983, ambas de tan sólo cinco puntos.

Pase lo que pase en las dos carreras que faltan, el corredor español disputará el próximo Mundial sí o sí, y el único interrogante que queda por resolver es en qué monoplaza lo hará. Flavio Briatore, director de la escudería Renault, arde en deseos de tener de vuelta al hombre que le brindó sus dos últimos títulos. "Le dije a Fernando que, en cuanto quede liberado de McLaren, nosotros estaremos encantados de que vuelva. Sería estúpido no aceptarle", reconoció Briatore a La Gazzetta dello Sport. Al mismo tiempo, el italiano quiso aconsejar al español: "Después de esta experiencia con McLaren, Alonso se lo pensará 27 veces antes de enrolarse en una aventura con otro equipo". Otro posible destino del campeón mundial es Toyota. Más aún tras el anuncio que hizo ayer Ralf Schumacher de que no continuará con la escudería japonesa el año próximo: "Después de tres años de estar en Toyota, he decidido buscar un nuevo reto. En las próximas semanas, anunciaré mi decisión final".

Fernando Alonso, el domingo pasado, durante el Gran Premio de Japón.
Fernando Alonso, el domingo pasado, durante el Gran Premio de Japón.REUTERS

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